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Carlos Sánchez (ex rector de la Universidad Siglo 21 y ex viceministro de Economía de la Nación). La búsqueda de una respuesta al gran interrogante acerca de las causas del retraso económico argentino lleva inevitablemente a considerar la relación entre educación y economía.
Y a plantear como tema prioritario la necesidad de una reforma educativa. Ésta debe estar orientada a que la educación, en todos sus niveles y modalidades, sea un efectivo instrumento funcional al progreso económico y social.
Por un lado, incorporando de manera eficiente una formación cívica respetuosa de las instituciones y de la convivencia pluralista entre ciudadanos democráticos. Por el otro, atendiendo el objetivo, indisolublemente ligado a lo anterior, de que la educación sea a la vez un instrumento adecuado para alcanzar altos y permanentes niveles de competitividad, desarrollo económico e inclusión social.
❝La educación sea a la vez un instrumento adecuado para alcanzar altos y permanentes niveles de competitividad, desarrollo económico e inclusión social❞.
Esto supone una agenda de cambios que le den al sistema educativo la capacidad y posibilidad de generar y trasmitir ideas aptas para el desarrollo de instituciones y su fortalecimiento, así como inculcar respeto por valores y normas, por la convivencia social.
Y junto con ello, instruir y trasmitir conocimientos científicos objetivos que, entre otros logros, incorporen en los miembros de nuestra fuerza laboral una adecuada capacitación para el manejo de nuevas tecnologías y su vinculación con los requerimientos del sistema productivo. Esta reforma debería también apuntar a una gestión eficiente del cuerpo docente y a una profesionalización de la carrera pedagógica.
Una serie de medidas que si bien suponen un largo y paulatino -pero a la vez inevitable- proceso de cambio, permitan el logro de coherencia entre ideología, objetivos, instrumentos y comportamiento individual y social. Y así crear un ambiente apropiado para que correctas decisiones de política económica produzcan perdurables resultados en términos de crecimiento y bienestar en el exigente ambiente de la economía del conocimiento del siglo 21.■
«Las notas anterior fue elaborada en base a ideas expresadas en el libro Educación, instituciones y desarrollo. Una discusión sobre las causas del retraso argentino, por Carlos Sánchez, Córdoba (2014), editorial Brujas».