Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Héctor Cometto (Periodista deportivo, analista en los ciclos informativos de Teleocho Córdoba, @hectorcometto). Juan Martín del Potro está donde quería estar: entreverado entre los mejores, dejando de ser el quinto beatle para ganarle a cualquiera de los primeros cuatro…
… y en superficie estadounidense, donde en 2009, ya había dado el gran golpe ante Federer en Nueva York. No importa que ayer cayera ante Nadal (4-6/6-3/6-4), lo importante era que ya había dado cuenta de Djokovic y Murray (primero y tercero del mundo).
Hay algo en común con Lionel Messi, que acaba de vivir también vivió un momento épico en el triunfo ante el Milán. No son agraciados físicamente, y no es un detalle menor teniendo en cuenta como la imagen moldea a un famoso, como influye en el carisma y en la inserción en la gente, más si se le agrega que ninguno de los dos es muy comunicativo, muy magnético, despojados de cualquier concesión que signifique un atisbo de demagogia.
Llegan a cumbres inesperadas después de grandes sacrificios, por limitaciones físicas que presagiaban imposibilidades (uno por muy bajo y el otro por muy alto) no pudieron ni pueden regalar nada, y su origen deportivo no fue de cuna de oro. Sus padres son determinantes en su carrera, el núcleo familiar los encierra hasta el exceso en la búsqueda de protección.
Alguna pose de divo apareció en el rubro Davis en el caso del tandilense, seguramente incentivada por su gran diferencia con alguien que está en las antípodas de su estilo: David Nalbandian.
De vidas aburridas, especialmente para la concepción periodística extradeportiva, siempre eligen el camino más difícil, el que corresponde, en el que el sacrificio no se negocia y que tiene al prestigio como consecuencia más directa que la fama.
Y salen fortalecidos después de grandes demostraciones que ratifican esas elecciones. Y después de Indian Wells y Milan, son más grandes todavía.