Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Rosa Bertino (Periodista especializada en temas de Espectáculos). No es que sea una vieja machacona. No es mi culpa que los medios masivos sean tan reiterativos, lo cual obliga a citar los mismos nombres y abordar los mismos tópicos una y otra vez. La TV…
… generó una farándula muy distinta de la que provenía del cine y el teatro, y que tuvo sus años dorados en la época de Antena y Radiolandia. Aquél era “cholulismo” serio, o en serio. Hoy, las fotos anuales de Gente difícilmente incluyan a un Alfredo Alcón, una Norma Aleandro o un cura villero, aunque éste haya inspirado una película tan exitosa como Elefante Blanco.
Ahora cunden las figuritas o figurones televisivos, apenas distinguibles por el escote o el escándalo. También aparecen los ases deportivos, en la medida en que el deporte profesional se ha vuelto bastante cirquero.
El tema es quién vive de quién: ¿la TV vive de ellos, o ellos de la televisión? Es evidente que no pueden sobrevivir sin estar permanentemente en pantalla. La sobreexposición se ha vuelto un mal crónico, que se extiende a los chicos.
La audiencia es muy sensible a los temas infantiles, pero no parece reaccionar ante el uso y abuso de los hijos de famosos. Si fueran de cualquier pobre diablo, pondrían el grito en el cielo.
De todos modos, ¿cómo puede ser que un juez de menores no intervenga de oficio? Por ejemplo, para resguardar el derecho a la privacidad de Gonzalito, el hijo “recuperado” por Nazarena Vélez en perjuicio de su ex pareja y padre del niño, Daniel Agostini. Este caso tuvo más pantalla que el congelamiento de precios o el acuerdo con Irán. Si bien la vedette le habría dado “la exclusiva” a América TV, las cámaras y micrófonos de medio país esperaban a la salida del Juzgado. La filiación y el rostro del chico fueron difundidos a los cuatro confines. Pobrecito, aun así parecía contento… ¿estará acostumbrado?
Otro tanto se puede decir de Diego Fernando Maradona, descendiente del ídolo futbolístico. El nene no terminó de nacer que ya era pasto para las fieras. Es el botín de varios intereses en pugna, y de ciclos que no saben de qué hablar.
Por mucha plata que tengan sus progenitores, esos niños distan de tener un futuro asegurado. Las hijas de Jorge Rial se podrán pasear por el mundo, pero es muy difícil que se salven de la fragilidad que acarrea estar en el ojo y la lengua de millones de personas.