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A menos de un mes del inicio de clases –el 6 de marzo-, la negociación de los salarios docentes aparece como el tema más conflictivo de la sociedad en febrero. Buenos Aires ofreció una suba del 18%, cifra que repetiría Córdoba, según adelantó el ministro de Finanzas, Osvaldo Giordano. Un repaso sobre lo que adelante «un año difícil».
Durante 2016, los salarios tuvieron una pérdida promedio de seis puntos porcentuales del poder de compra. Esta realidad, junto a los despidos, explica la baja del consumo privado el año anterior.
El Gobierno nacional se apartó de la discusión de la paritaria docente para evitar otorgar un mayor subsidio a los distritos que no pueden cumplir con la pauta que se fije y que facilitaría el inicio de clases. Los gremios pretenden un “piso nacional” para abrir la billetera de los gobernadores. Califican, además, como inconstitucional la actitud de la administración de Mauricio Macri.
Los mandatarios se reunieron la semana pasada para definir una oferta común, que rondaría el 18%, que es rechazado por los sindicatos docentes.
Oscar Ruibal, negociador de la UEPC, estimó que los salarios docentes cordobeses perdieron entre 9 y 10 puntos en 2016.
En Córdoba, la UEPC –liderada por Juan Monserrat- pretende que se incluya la pérdida en el poder adquisitivo que sufrió el sector durante 2016, y que estiman entre 9 y 10 puntos, según adelantó ayer el dirigente Oscar Ruibal en el programa Juan al Medio de Radio Continental Córdoba.
Docentes y el SEP exigen, además, que el gobierno de Juan Schiaretti salde la deuda originada en 2016 por el no cumplimiento del reescalonamiento del personal del sector público, que había sido dispuesta por José Manuel De la Sota en octubre de 2015.
Una de las alternativas que maneja el equipo de Schiaretti sería desdoblar la negociación en dos semestres, aunque las tratativas podrían complicarse si la inflación no baja y por la carrera electoral que se lanzará a mediados de 2017.
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