Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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El congelamiento de precios por 60 días dispuesto por el Gobierno nacional podría tener un efecto no deseado: la caída en las ventas en los supermercados ante la falta de atracción de las ofertas de alimentos y otros productos (electrodomésticos), que actuaban…
… como «gancho» para atraer los clientes.
El congelamiento fue imaginado por las autoridades como un mecanismo de evitar una mayor espiral inflacionaria. La caída en las ventas impactará en el empleo.
Si bien la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) informó que durante el último fin de semana las ventas se incrementaron entre 4 y 5%, este repunte habría sido temporal en función de las compra de útiles y guardapolvos escolares.
Emiliano Schwartz, de la consultora Tomadato, reflexionó así: «Si estas medidas hacen que se pierdan las compras compulsivas o las de oportunidad, se va a sentir el impacto en las ventas. Después de años de movilizar a buena parte de la clase media a puro anuncio de cuotas y descuentos, se gestó un consumidor oportunista compulsivo, que compra sólo si siente que tiene una oportunidad más que una necesidad. Este tipo de consumidor se verá alterado, y si se restringen las ofertas, será más difícil captar su atención».
La figura del «consumidor O«, que opta entre esta oferta o la otra, entre una necesidad u otra («cambio el auto o me voy de vacaciones»; «compro el plasma o arreglo la casa») es una figura creada por Guillermo Olivetto, de la consultora W, uno de los mayores analistas del consumo minorista.
Los medios de comunicación nacionales lanzaron el domingo último una campaña gráfica con el eslogan: «Ahora, por presión oficial, va a comprar a ciegas», incluyendo la figura de una pareja con los ojos vendados.
La falta de ofertas atractivas en alimentos, productos de limpieza, electrodomésticos y electrónicos se suma, además, a la retracción en los gastos que están realizando las familias por efectos de la inflación. El uso del taxi, el gasto en peluquerías y en restaurantes aparecen como los rubros más castigados por la clase media a la hora de recortar por efecto de la inflación.
La suba de precios llegó a 26,5% en 2012, según la «Inflación Congreso» (consultoras privadas), aunque para el INDEC fue sólo de 11%. El Gobierno lanzó un congelamiento de precios, pero si anunciar un plan antiinflacionario.