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Por Sergio Mabres. El Bitcoin es la primera y la más famosa de todas las criptomonedas. Para empezar, esta clase de monedas se rigen por sistemas donde prevalecen la escasez, la no fungibilidad, la divisibilidad, la durabilidad y su capacidad de ser transferidas. En el caso del Bitcoin, los cumple mejor que el dinero fiduciario y agrega a la lista una nueva propiedad: el anonimato.
Para entender el funcionamiento de Bitcoin, autodefinido como «la primera moneda digital descentralizada«, hagamos doble click sobre sus características.
● 1] Escaso: está asegurada la escasez por diseño. No puede haber más de 21 millones de Bitcoins. Es un número muy grande y este número satisface una actuación muy compleja.
● 2] No Fungible: al menos en el sentido tradicional, lo cual significa que no se gasta al usarlo por ser una moneda digital. Por lo tanto, la copia es idéntica al original.
● 3] Divisible: cada Bitcoin se puede dividir en un millón de partes conocidas como Satoshis.
● 4] Durable: al ser digital, no hay desgaste.
● 5] Transferible: en este aspecto, Bitcoin es muy superior a cualquier otra moneda existente, ya que se puede transferir en forma instantánea sin intermediarios.
● 6] Anónimo: una propiedad extra que lo vuelve muy atractivo a operadores del mercado negro como evasores, por mencionar algunos. No obstante, hay que aclarar que el anonimato funciona hasta que el dueño del Bitcoin lo quiera transformar en billetes. En esa instancia, interviene un banco y se acaba el anonimato.
Cada persona crea una cuenta anónima en Bitcoin, a la cual le asigna una contraseña muy larga. Una vez que tiene el número de cuenta, puede comprar los Bitcoins o Satoshis que quiera y paga por ejemplo con billetes. A partir de ese momento, desde una aplicación conocida como “monedero” (wallet ,en inglés), el dueño del Bitcoin puede realizar transferencias a otras cuentas.
Dicha transacción queda registrada en el Blockchain, una especie de libro mayor distribuido, replicado en miles de millones de máquinas en todo el mundo, sin intermediarios.
¿Blockchain? Si uno, por caso, busca esta palabra en Wikipedia arroja la siguiente definición: «Una cadena de bloques o cadena articulada, conocidas en inglés como Blockchain es una base de datos distribuida, formada por cadenas de bloques diseñadas para evitar su modificación una vez que un dato ha sido publicado, usando un sellado de tiempo confiable y enlazando a un bloque anterior».
En la Blockchain está el registro de todos los Bitcoins que hay, asociados a las cuentas de sus dueños y las operaciones. Para acceder a una cuenta desde el “monedero”, hace falta ingresar el número y la contraseña. Si se pierde la contraseña, se pierden todos los Bitcoins que tiene la cuenta.
¿Blockchain?
Una muy (pero MUY) breve explicación de la tecnología detrás de Bitcoin… y por qué cada vez escucharás más de ella ⛓ ⛓ pic.twitter.com/V5tohJBBD2
— pictoline (@pictoline) 6 de diciembre de 2017
El protocolo del Blockchain es común a todas las monedas digitales y es la parte más genial de todo el esquema. Si bien cada moneda tiene su propio Blockchain, todos funcionan de la misma forma.
Como inversión de largo plazo, el Bitcoin es insuperable, pero también inestable. Por caso, a finales de noviembre último, el valor de cada unidad trepó por encima de los 11 mil dólares y aunque es inestable -experimenta bajas y subas pronunciadas- se repuso a cuatro 4 burbujas. Luego de estos embates, Bitcoin logró superar sus mejores marcas.
Al cierre de esta nota (ver siguiente imagen), cada Bitcoin estaba valuado por encima de los 15 mil dólares. Según los analistas, estas últimos incrementos en el precio del Bitcoin se deben a que inversores no técnicos, gente común, han empezado a comprar la moneda digital.
En resumidas cuentas y, por el momento, el éxito parece asegurado para los que apuestan a esta tecnología. Como agregado, ahora tiene la aprobación del mundo financiero. De hecho, el Nasdaq espera ofrecer la comercialización de Futuros y Derivados de Bitcoin a fines de este año.
Países como Venezuela, Rusia y Estonia han anunciado que van a crear monedas digitales estatales para resolver algunos problemas que tienen. Por ejemplo, a Venezuela le gustaría burlar el embargo de Estados Unidos con el anonimato que ofrece una criptomoneda.
Sin embargo, habría una contradicción en crear monedas digitales estatales. Considere que podría ocurrir si los bancos centrales de cada país le ofrecen a las personas físicas el mismo servicio que ofrecen los bancos comerciales.
En momentos de crisis económica, incertidumbre y pánico en los mercados, la gente podría sacar sus ahorros del banco comercial y ponerlo en el Central, a través de la criptomoneda estatal. Una opción que ahora no existe, pero que podría afectar seriamente a los bancos comerciales.
Hace muchos años, los gemelos Tyler y Cameron Winklevoss le encargaron a un compañero de Harvard que les escribiera el código para un sitio web (Harvard Connection) para que la gente se conociera. Ese compañero era Mark Zuckerberg que entregó el trabajo, luego tomó parte de la idea de los gemelos y la convirtió en Facebook.
Los gemelos le hicieron un juicio a Zuckerberg por la propiedad intelectual de la idea. La disputa terminó en un arreglo por 65 millones de dólares.
De esa suma, los Winklevoss tomaron 11 millones y compraron Bitcoins a 120 dólares. Hoy, son los primeros mil millonarios de Bitcoin y si esta moneda digital se sigue apreciando, pronto podrían superar la fortuna del propio Zuckerberg.