Por Eugenio Gimeno Balaguer. Crisis eran las de antes dicen algunos, en las que epidemias y guerras dejaban millones de muertos. No obstante, lo que debemos destacar son los comportamientos humanos que persisten en esas situaciones: desde los buenos hasta los malos.

Las crisis revelan quiénes somos | Imagen: Black Rock Blog.

Por caso, en el gran terremoto de México, los propietarios de los inmuebles subieron los alquileres frente a la demanda de los connacionales que se quedaron sin vivienda.

En el otro lado de la vereda, durante la crisis Fukushima (Japón) se destacó la integridad de la gente, con un consumo organizado y acotado sólo a sus necesidades, sin saqueos, ni piquetes en las calles. Sólo entendimiento y comprensión. La reciprocidad: los restaurantes redujeron los precios. Nadie se aprovechó de los demás. Los “fuertes” cuidaron de los “débiles”. Y finalmente la conciencia, cuando la luz se cortó en las tiendas, la gente dejó las cosas en los estantes y se marchó tranquilamente.

Etimología y significado

Crisis en griego tiene varias etimologías, una significa “juicio”, otra significa “fuego”; las crisis no crean carácter ni comportamiento, pero si lo ponen de manifiesto revelando su verdadera naturaleza.

❝Las crisis revelan la verdadera naturaleza de nuestro comportamiento❞.

Cuando un tronco es arrojado al fuego, el buen observador percibirá todos los colores que “entraron” en él: el negro de la noche; el púrpura del amanecer; el rojo de la puesta del sol; el plateado de las estrellas. Lo que sucede en el fuego depende de la materia que haya en su interior: el oro se ve liberado de su escoria, la paja se consume, la cera se derrite y el barro se endurece.

De un modo similar, las personas revelan en una crisis lo que ya hay en ellas: la virtud y las debilidades humanas. Las crisis siempre van asociadas al sufrimiento, lo que pone de manifiesto el carácter.

Lo que suceda en la crisis dependerá de la materia moral de que estemos hechos. ¿Seremos barro y nos endureceremos cada día más? ¿Nos libraremos de nuestra escoria y brillaremos con esplendor? ¿Qué somos: barro, paja, cera u oro? La respuesta la tiene que dar cada uno.

Oportunidad de conocernos y saber un poco más de nosotros.■

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