Apenas comenzó enero y los problemas económicos de la administración de Cristina Kirchner se complicaron aún más. Por un lado, el dólar blue saltó a $ 10,90, lo que implica una suba de 9% en sólo cuatro días hábiles.
En tanto, quedaron al descubierto las peleas en el seno del Gobierno por las medidas económicas en danza.
Ricardo Echegaray, titular de la AFIP y jaqueado por las críticas de su ostentoso viaje a Brasil (¿con destino final Dubai?), anunció un aumento de los contribuyentes que deberían pagar el Impuesto a los Bienes Personales. El funcionario anunció el lunes por la tarde que iba a mandar un proyecto al Congreso para sea tratado en febrero en sesiones extraordinarias, por el cual las propiedades se valuarían a “valor de mercado”.
Como la base no imponible de Bienes Personales es sólo de $ 305.000, con el valor de mercado –y no el valor fiscal- miles de contribuyentes se sumarían al pago del impuesto que tiene alícuotas de 0,5, 0,75 y 1% en función del monto de los bienes que posean los titulares de esos bienes.
Todo andaba sobre ruedas (hasta Jorge Capitaniche, jefe de Gabinete, había aceptado la iniciativa por la mañana) hasta que apareció Axel Kicillof. El titular de Economía dijo que había “hablado con la Presidenta” y que el proyecto de Echegaray había sido rechazado por Cristina Kirchner. Fue aún más irónico al afirmar: “Lo iba a llamar para que me explique un poco más el proyecto”.
Fin de la película: Cristina Kirchner decidió no pagar el costo político de un ajuste impositivo y lo descartó, aunque mantendría el tributo que grava a los exportadores con un recargo del 20% si venden sus bienes a terceros países (es decir, triangulan sus exportaciones).
Menos dólares
La posibilidad de que los exportadores liquiden menos divisas a la espera de una mayor claridad en los proyectos oficiales, disparó ayer la cotización del dólar blue. El oficial se cotizó a $ 6,61. La brecha alcanza al 65%, lo que desalienta a los exportadores a liquidar sus ventas, en tanto los importadores que ya tienen los insumos, aumentan el precio de sus mercaderías.
El Gobierno está jaqueado por la falta de divisas, pero la suba del dólar blue agudiza aún más los problemas, en un contexto inflacionario (la suba de precios de enero sería la más alta desde 1993).