Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Cristina Kirchner (en Twitter: @CFKArgentina) logró cumplir con otro objetivo del kirchnerismo: la familia judicial se dividió en torno de los proyectos para «democratizar la Justicia», que para la oposición significan el intento de controlar un poder independiente en una República.
La Presidenta presentó el viernes último varias iniciativas para, dijo, facilitar el acceso a los tribunales y hacer más eficiente la labor de jueces y funcionarios. Las dos más polémicas se refieren a la creación de varias cámaras de Casación, que podrían ser funcionales al oficialismo, y la elección por voto director del Consejo de la Magistratura. Este organismo es el encargado de velar por el cumplimiento de la tarea de los magistrados y el encargado de aprobar sus designaciones.
Los proyectos dividen a los hombres de la Justicia, ya que un sector de ellos -representados por el movimiento oficialista Justicia Legítima– los respalda. En esta provincia, el movimiento tiene escasa adhesión, ya que a la reunión organizada en la Biblioteca Nacional sólo concurrieron cinco representantes cordobeses.
Aunque el oficialismo ya hace cuentas para aprobarlos en el Congreso, las iniciativas sólo podrían regir desde 2014, cuando debe renovarse el Consejo de la Magistratura o bien sería el año en que se constituirían los nuevos tribunales de Casación, ya que tras su creación deben organizarse, aprobarse y sancionarse los integrantes de esos flamantes cuerpos que, en la práctica, detendrían las apelaciones para que no lleguen a la Corte Suprema de Justicia.
Párrafo aparte merece la actuación de la televisión pública durante el acto de transmisión del extenso mensaje de la Presidenta el viernes último. Cuando Cristina Kirchner criticaba alguna actitud de la oposición y o bien cuando anunció los polémicos proyectos de reforma de la Justicia, las cámaras pusieron en los primeros planos a parlamentarios o personalidades presentes, como señalándolos responsables de las críticas al kirchnerismo.
El caso más notable fue la incomodidad del titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti (foto), en momentos en que la jefa del Estado cuestionaba a los jueces porque no pagan el Impuesto a las Ganancias o bien aludiendo a que las medidas cautelares (amparos) tornan lenta y por momentos injustificable la protección judicial. Por contrapartida, la imagen de Amado Boudou (@BoudouAmado), el funcionario más sospechado de corrupción, tuvo pocas apariciones en la transmisión del acto.