Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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La distorsión que muestran los precios plantea el mundo del revés, donde el pan (junto a los derivados de la harina, por caso pastas y sandwiches) y el tomate tienen valores por las nubes, mientras que la carne se ha convertido en el alimento más barato.
En el mundo del revés la realidad es que en el supermercado los alimentos están más caros que en Nueva York, Londres y Madrid. Una de las mejores explicaciones de por qué la mesa de los argentinos tiene precios tan altos la da la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA):
Pan:
La variedad «pan francés» se vende en promedio entre 18 y 20 pesos el kilo. La posibilidad de conseguirlo a 10 pesos sólo se da en algunos locales y se agota rápidamente.«El pan a 10 pesos es un fantasma», dice con tono irónico el titular de la Sociedad Rural Argentina, Raúl Etchevehere.
En 2006, el consumidor pagaba por kilo 2,50 pesos; hoy, 20 pesos. Aumentó 700%. «¿Cómo llegamos a esta situación? Durante este período, el Gobierno destruyó el mercado de trigo, intervino la comercialización, fijó precios máximos, subsidios a los molinos, acuerdos y cuotas de exportación», recuerda CRA.
Nota: En 2012 se registró la menor superficie sembrada en 111 años (3,1 millones de hectáreas, con una producción de 9 millones de toneladas). Este año, la siembra sólo aumentaría entre 8 y 10%. La situación de crisis se repetirá en 2014. El diputado Carlos Brown denunció que se está importando trigo en forma ilegal desde Uruguay.
El «tomate perita» cuesta entre 15 y 17 pesos por una baja en la producción por cuestiones climáticas. En una quincena, el cajón pasó de 70/80 pesos a costar el doble, según los mayoristas. El Gobierno, a través de Guillermo Moreno, sugirió «no comer tomate por dos meses» para evitar que el precio suba en forma excesiva.
Carne:
Los alimentos con carne se han convertido en los más baratos en relación a los otros componentes de la dieta de los argentinos. Por caso, un asado sin cortes especiales es más barato que las pastas. Según CRA en 2006, el comprador pagaba por kilo 9 pesos; hoy, 47 pesos. Aumentó 423%. «El Gobierno destruyó el mercado de la carne, fijó precios máximos, cerró las exportaciones, impuso subsidios a los feedlots, y creó cuotas de exportación», resume la entidad ruralista.
Nota: Se avecina un período de liquidación de vientres, advierten los analistas, por lo que en el mediano plazo la carne se encarecerá.
Leche:
CRA advierte que en 2006, el consumidor pagaba por el litro 1,54 peso; hoy 7 pesos, es decir, casi el mismo precio que un litro de nafta. Aumentó 354%. «El Gobierno intervino la comercialización de leche, fijó precios máximos, cerró las exportaciones y creó cuotas de exportación», concluye CRA en su crítico análisis.
En resumen:
● La intervención del Gobierno nacional distorsionó los precios de referencia -que subieron por encima de la inflación promedio- y provocó una menor producción ante la falta de incentivos (valores que cubran los costos y permitan una ganancia para el chacarero).
● Los precios controlados y el cierre de exportaciones terminaron por favorecer a los sectores más acomodados, quienes pagan menos por los alimentos -en términos relativos- que los que viven en la pobreza. La política de subsidios para todos benefició a los que más tienen.
● Argentina dejó de exportar cantidades históricas de trigo (10 millones de toneladas) y perdió mercados de la carne a manos de Brasil (convertido en el primer exportador mundial) y de Uruguay. De tercer exportador mundial cayó al 13° lugar.