Por Juan Turello. Las emociones que dejó el Mundial se fueron apagando lentamente. La dura realidad nos enfrenta con números que indican cuánto retrocedió la Argentina el último año en cuanto a que aumentó la pobreza y cayó el consumo, señalo en mi nota en La Voz del Interior.

Cuánto cayó el consumo y en qué rubros, según la medición de Kantar Worldpanel hasta mayo último.

• 27,5% de la población era pobre a fines de 2013, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina. Más de 11,3 millones de argentinos no tenían una existencia digna; de ellos, casi dos millones vivían en la miseria, de acuerdo el dato difundido el jueves último.
• Las compras en supermercados, autoservicios y almacenes cayeron en el primer semestre 1,2% a nivel país, según un relevamiento preliminar por ticket expedido de la consultora CCR. Es el primer retroceso tras la crisis 2001-02. 
• El Centro de Almaceneros de Córdoba acusó una baja de 28,2% en las ventas por unidades de esos locales y autoservicios. Más del 22% fue al fiado (o si se quiere por “la libreta”). En los supermercados locales, las ventas retrocedieron 8%, según confió el empresario Benjamín Blanch. La caída se notó hasta en infusiones básicas como el café y el té, y en menor medida en la yerba.

La inflación es la gran causante en la caída del consumo, máxime en un año en que el desempleo aumentó y la suba salarial en las paritarias -30% en promedio- quedará por debajo de una inflación que las consultoras privadas estiman entre 30 y 40%.

❝La pregunta del millón es si la economía habrá tocado fondo o aún se puede esperar algo peor❞.

El campo, con una cosecha récord de soja (55 millones de toneladas), advierte ahora que lo recolectado vale menos. En Chicago, retrocedió 120 dólares desde marzo último. El economista Juan Manuel Garzón (Ieral) estima que se perderán más 1.500 millones de dólares en divisas por la soja que está aún sin comercializar.

La industria tiene sus propios problemas. Emilio Etchegorry (Industriales Metalúrgicos) advierte que “conseguir pegamento industrial es una odisea”; que falta infraestructura para llegar a los puertos y exportar, y que con insumos nacionales caros (el acero vale 30% más que en países vecinos) “no se puede ser competitivo”. El control de las importaciones distorsiona los precios en el mercado local.

Nadin Argañaraz (Iaraf) sostiene que el país está involucrado en un trípode de difícil resolución: inflación, atraso cambiario y tasa de interés. “Es clave –advierte- que se tenga en el corto plazo un flujo adicional de dólares (además del de la balanza comercial) que mejore el desequilibrio que existe” entre las variables mencionadas.

En ese sentido, el acuerdo con China puede ser un alivio para las reservas del Banco Central y una buena noticia para la venta de productos primarios, pero mala para la industria.■

Juan Turello

Periodista. Escribe en Turello.com.ar y participa en Los Turello (Canal C, Córdoba). Columnista económico en el diario La Voz del Interior y en el programa "Pura Verdad" (Radio Pulxo, 95.1). Realizó coberturas en el país y en el exterior. Jugó al fútbol; ahora practica golf.