Por Héctor Cometto. En 2015, además de las elecciones generales habrá otra fundamental, con un enorme poder en juego: la dirigencia de AFA. Menos importantes que las primeras, una tiene incidencia directa en la otra. Hoy los intereses del fútbol argentino están vinculados al gobierno.
Sin embargo, iniciará formalmente la era del post-grondonismo. Se vienen tiempos de cambio. No sólo por la ausencia de un estilo de liderazgo que murió con su líder, sino por la evolución tecnológica y de las variables económicas de uno de los principales negocios mundiales. Están en desuso los estilos de dedicación por pasión en los cuadros ejecutivos. Internet y las apuestas juegan un papel importante. Y el marketing es la llave que abre mercados.
El gobierno actual no quiere que se reforme el estatuto que impide a alguien ser presidente sin tener cuatro años de antigüedad como dirigente. Es el dique de contención para MarceloTinelli, vicepresidente de San Lorenzo desde 2012. De todas maneras, es indetenible el arribo del pope televisivo que ya maneja el rubro comunicación en la AFA, con cargo o sin cargo, como en el caso de Juan Sebastián Verón. Carisma, inteligencia, viveza, son señales en el camino del poder. Si se le agrega socios adecuados (Cristóbal López, por ejemplo) se convierte en autopista.
Como en la elección general, todos jugarán sus cartas decisivas en el momento adecuado, en la gran final. Saben que para el poder, que reside en Balcarce 50 y Viamonte 1366 (segunda dirección).■
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