Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Unos 500 emprendedores desbordaron ayer la capacidad del Sheraton Hotel Córdoba, en este caso reunidos por la Fundación Empresarial E+E, en un fenómeno que ya se había repetido en las convocatorias anteriores de Endeavor Córdoba y Fundación Junior Achievement.
Sin dudas que en el ambiente económico crece con fuerza esta alternativa laboral, que emprenden mayormente jóvenes de entre 20 y 35 años, que no están satisfechos con las oportunidades laborales que observan en el mercado, desean ser los propios «jefes» de su negocio (a la rebeldía natural de la edad suman la falta de actitud de aceptar órdenes en un ambiente laboral) y la idea de conquistar al mundo con su proyecto.
Al abrir las deliberaciones, el presidente de la Fundación E+E, Elcides Rébola (EMI), les recordó la frase de Alberto Levy: «Ser emprendedor es cabalgar el pánico muerto de miedo».
Jorge Lawson, ministro de Industria de Córdoba y uno de los inspiradores de la Fundación, despertó el aplauso de la concurrencia cuando los exhortó a esforzarse para construir una sociedad que premie a los mejores. «Hay que igualar para arriba; no queremos que haya un sorteo para entrar al colegio, sino un orden de mérito. Si seguimos así, algún día vamos a elegir al abanderado por sorteo», desafió.
¿Cuál es la receta para pasar de ser un emprendedor a un empresario?, le preguntaron a Alfredo Coto (foto), titular de una cadena que juega fuerte entre los grandes del supermercadismo y es el empleador privado número uno de la Argentina (18 mil puestos). Éstas fueron parte de sus respuestas: