La semana del «8N» (8 de noviembre) comenzó con una guerra de encuestas que muestran que la sociedad no acepta una reforma de la Constitución Nacional para permitir la re-reelección de Cristina Kirchner, al tiempo que otros segmentos apuntan que «está perdiendo la conducción» del Gobierno.
El diario oficialista Página 12, en tanto, publicó otra muestra, que asegura que la Presidenta ganaría con el 47% de los votos si hubiera hoy elecciones. El kirchnerismo contrapone al cacelorazo del próximo jueves el «7D» (7 de diciembre), como de defensa de las políticas oficiales.
El «8N» es el segundo cacerolazo previsto contra las políticas del kirchnerismo, sin una consigna y sin el apadrinamiento de los partidos, aunque dirigentes como José Manuel de la Sota (en Twitter: jmdls2011) y Mauricio Macri (@mauriciomacri) anticiparon su apoyo político. La primera convocatoria -el 13 de septiembre, el «13S»- se efectuó a través de las redes sociales de manera espontánea y las críticas alcanzaron también a la oposición política. Para esta ocasión, aunque los motivos son los mismos, «no tendrá nada de espontáneo», apunta Luis Dall’Aglio, titular de la Consultora Delfos de opinión pública.
El diario Clarín publicó ayer una encuesta de Management & Fit realizada a 2.100 personas en los principales distritos. A la pregunta: «¿Está usted de acuerdo con llevar adelante una reforma de la Constitución?», el 65,9% se mostró en desacuerdo, mientras que el 27,5% no puso objeciones. De este último conjunto de ciudadanos, que aprueba una reforma, el 61% respondió que no está de acuerdo en que se habilite la posibilidad de que Cristina se presente como candidata . Un panorama similar se repite en Córdoba.
En tanto, el diario Perfil reveló que el 52% desaprueba la gestión de Cristina Kirchner (@CFKArgentina), según una encuesta de Poliarquía, que difundió Sergio Berensztein en una charla en la Bolsa de Comercio. Berensztein, quien estará hoy en Córdoba en una conferencia de Tarjeta Naranja en el hotel Holiday Inn, a las 20, reveló que el 40% considera que la jefa de Estado está perdiendo el control de su administración. El 20% piensa que ya lo perdió.