Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Autoridades del IAE y de Banco Macro, en una ceremonia conducida por la periodista Verónica...
La empresa Aguas Cordobesas celebró el cierre del programa “Construyendo Futuro 2024", con la...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Eugenio Gimeno Balaguer. ❝Compartíamos algunos ideales, pero no el calibre de sus huevos❞ – Juan Impallari. Así concluía un intercambio epistolar que tuvimos, después de un repaso literario de nuestra historia y a propósito de las inminentes elecciones 2015 para presidente.
Queremos tener el control de nuestros fines. Decidir lo que queremos para nosotros: cómo realizarlo, cuándo darnos por satisfechos, cómo disfrutar más, y éste no es un problema de libertad, sino un problema de control.
La creación más importante del ❝padre de la patria❞ es su criterio de evaluación. Gracias a él sabe si va por el buen camino o si cayó en la cuneta. El criterio de evaluación funciona como un termostato. Indica si hay que subir la temperatura o bajarla. Haciendo una analogía, si repetimos el mismo ciclo o buscamos mejores horizontes.
Estamos -una vez más- en el comienzo de una nueva posibilidad. De buscar el perfil de un ❝padre de la patria moderno❞, ajustado a las realidades actuales y a las necesidades que surgen en este futuro cambiante por minuto. Se necesita una especie de transductor que dé significados comunes a los habitantes de la Argentina. Un sistema de preferencias puede entenderse como un sistema decodificador. Aquí va lo de transductor.
Se debe realizar una gran tarea para explicar y conseguir aunar visiones en proyectos comunes orientados al mediano y largo plazo, que hoy son mucho más cortos que antaño. Hay que distinguir primero y luego valorar. Esta debería ser el propósito inicial de quien pretenda ser estadista.
La función del padre de la patria moderno, un futuro estadista, tiene mucho que ver con esto: ayudar a recuperar visiones que nuestros padres de la patria reales tuvieron y forjaron con el calibre del que hablaba Juan.■