Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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De la Redacción de Pulso Turístico. La ley de feriados, el gran caballito de batalla del Gobierno nacional en materia turística, provocó un incremento del sector a cifras récords en la historia del país y, a la vez, una modificación de los hábitos de viaje de los argentinos. Pero por otro lado, tantos días sin actividad laboral repercuten en otros sectores productivos.
¿Cuál es el impacto global de esta decisión?
El calendario de este año da cuenta de que habrá 19 feriados y hasta cinco días no laborables corridos durante Semana Santa y la conmemoración del desembarco por Malvinas. De esta forma, Argentina se posiciona como uno de los países con más descansos en el mundo, alcanzando el número de 11 fines de semana largos en el transcurso del 2013.
Si analizamos la situación de América Latina, Colombia sigue de cerca esta nueva tendencia con 18 celebraciones nacionales; 15 para Brasil, Chile llega a los 14 y Perú y Venezuela a los 12. En Ecuador sólo hay 9 feriados no laborales.
Rodrigo Álvarez, director de Analytica Consultora, desató la polémica sobre el desarrollo de la economía respecto a los días no laborables: “El movimiento turístico es importante pero no ayuda a compensar el costo global”, sostuvo. «El movimiento de dinero en el turismo no llega a compensar el costo global, pero sirve para redireccionar recursos y eso es importante», comentó el ejecutivo, quien agregó: «Para las economías regionales el turismo argentino es clave para sostener la actividad«.
Así, por un lado, tenemos un crecimiento constante de ciertas economías regionales, principalmente en destinos que por su oferta reducida los feriados cortos provocan la llegada de grandes masas de turistas, ayudando a evitar la estacionalidad de sus actividades, haciéndolas más equilibradas durante todo el año.
Pero, por otro lado, los días en que “todo se para” provocan pérdidas en la macroeconomía, que los ingresos vía turismo no logran igualar. El sector bancario, el de la administración pública o el industrial se ven perjudicados, con grandes daños económicos. «Los centros urbanos son los que más pierden», añadió el economista.
Según Analytica, los sectores más afectados son:
Así, cada feriado le cuesta a la economía argentina nada más ni nada menos que unos 4.430 millones de pesos, según el mencionado trabajo.
Los resultados en los seis primeros fines de semana largos de 2012 (Carnaval, Malvinas, Semana Santa, Día del Trabajador, 25 de Mayo y 9 de Julio) muestran que se movilizaron casi 8,8 millones de turistas y que dejaron ingresos por $ 7.189 millones (US$ 1.566.510.000) a ciudades y provincias que forman parte del circuito turístico.
Además del turismo emisivo, el receptivo que llegó al país fue de 5.693.738 pasajeros, quienes desembolsaron 5.208 millones de dólares, cifra que también influye a la hora de la sumatoria de las arcas turísticas.
“Es el segundo mejor resultado en cantidad de turistas y el tercero en gasto con respecto a las cifras históricas del sector”, destacó el Ministerio de Turismo de la Nación. De acuerdo a estas proyecciones, el sector quedó posicionado como el cuarto complejo exportador del país.
Un informe realizado por el investigador Ricardo Theller, de la UADE, advirtió una caída en general de la actividad causada por la gran cantidad de feriados, pero también estimó que no alcanza por igual a todos los sectores productivos, sino todo lo contrario. “En el caso de los sectores fabriles con mejor programación, se logró mantener las metas de producción. Pero para otros rubros, como es el caso de los trabajadores» freelance» o profesionales y actividades donde se deben pagar horas extras, los datos podrían ser negativos”.
El trabajo de Theller concluye, entre otras cosas, que con los feriados largos o “puente” no hay creación de riqueza, pero tampoco una pérdida significativa, sino redistribución de riqueza de algunos sectores por sobre otros. “Hay muchas actividades que generan riqueza y que no se detienen porque haya feriados o paros. Además, el PBI no se genera de manera pareja durante todo el año y algunas actividades que influyen mucho en la riqueza son estacionales, como el caso de la cosecha de soja. Por otro lado, algunos feriados inamovibles coinciden con días no laborables”.
Por ahora, parece que los únicos empresarios contentos por esta medida serían los hoteleros y gastronómicos, así como algunos sectores vinculados al transporte de pasajeros. Sin embargo, el factor “feriados” todavía está dando que hablar: en lo que va de la temporada, sólo los fines de semana explotan los principales centros turísticos, con ocupaciones promedios que rondan el 70 por ciento. Mucho turismo pero desparramado en el año sería la consecuencia del feriado como política de Estado.