La empresa Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunció que invertirá 500 millones de dólares para fabricar un modelo global desde 2017 en la planta de Ferreyra (Córdoba). Al acto –que fue encabezado por el presidente Mauricio Macri, junto al gobernador Juan Schiaretti-, asistió el CEO a nivel mundial de FCA, Sergio Marchionne.
El anuncio se suma a los de Renault, Nissan y Mercedes Benz para la fabricación de los modelos Sandero y de tres pick ups en Santa Isabel. Pero el “mientras tanto” sigue siendo preocupante, en cuanto al empleo y la caída de la producción en las terminales argentinas. Repasemos.
La inversión de FCA fue un bálsamo para Macri, sacudido por el escándalo de los “Panamá Papers”, y para la producción metalmecánica de Córdoba, donde en los últimos 5 meses cerraron 7 autopartistas y 380 operarios perdieron sus puestos de trabajo.
Por esa razón, Schiaretti –que concedió a FCA beneficios impositivos, en energía y para capacitación (6 millones de pesos)- proclamó con fuerza en el cierre de su discurso: “Córdoba fue, es y será un polo metalmecánico de la Argentina”.
La Provincia realizará una obra desde la Circunvalación para facilitar el acceso (9 millones de pesos). El gobernador dijo que el proyecto facilitará la creación de 1.500 puestos de trabajo del sector metalmecánico.
Isabel Liliana Martínez, titular de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba (CIMCC), tras el acto y en declaraciones a Radio Continental Córdoba, reconoció que “la actual situación es difícil por la disminución de los pedidos de las automotrices, pero las expectativas en el mediano plazo son positivas”.
El “mientras tanto” es lo que preocupa: la producción de autos cayó 8,4% en marzo en relación con igual mes de 2015. Las exportaciones se desplomaron 38%. El déficit de la balanza comercial del sector –exportaciones (concentradas en Brasil), menos importaciones- se profundizó de 8.052 unidades en el primer trimestre de 2015 a 62.540 vehículos en el primer trimestre de este año.
La inversión de Fiat será para fabricar un modelo sedán compacto, que reemplazaría al Línea y que se exportaría principalmente a Latinoamérica. La producción en serie del nuevo modelo está prevista para la segunda mitad de 2017 y se prevé un volumen de más de 100 mil vehículos al año.