Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Autoridades del IAE y de Banco Macro, en una ceremonia conducida por la periodista Verónica...
La empresa Aguas Cordobesas celebró el cierre del programa “Construyendo Futuro 2024", con la...
Suscribite al canal de Los Turello.
El macrismo –a través de Horacio Rodríguez Larreta– ganó ajustadamente el ballotage y será el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Es un bastión afín al líder del PRO y muy crítico del kirchnerismo, que logró menos del 20% de los votos en la primera vuelta. La gran sorpresa: Martín Lousteau. Ahora, larga la pelea grande por las PASO. Repasemos.
Se descuenta que el 9 de agosto (faltan sólo 20 días) Macri-Gabriela Michetti ganarán la primaria abierta, simultánea y obligatoria (PASO) contra las boletas que encabezan Ernesto Sanz y Elisa Carrió.
Por el voto peronista competirán Sergio Massa y José Manuel De la Sota (todas las encuestas favorecen al líder bonaerense). La gran incógnita es cuál será el futuro de De la Sota: ¿seguirá aliado a Massa? ¿Tendrá un lugar expectable en un eventual gobierno del actual intendente de Tigre? ¿Negociará con Daniel Scioli? ¿O se volverá a su casa como ya dijo? Ésta es la opción más difícil de creer en un político de raza como lo es el actual gobernador de Córdoba.
La gran incógnita de las PASO no es quién gana la interna de cada agrupación. Es saber si la fórmula Scioli-Carlos Zannini supera el 40 por ciento y obtiene una ventaja de más de 10 puntos sobre el segundo, lo cual lo dejaría con grandes posibilidades de repetir la votación y ganar la primera vuelta presidencial (25 de octubre) y consagrarse directamente como lo prevé la Constitución Nacional (art. 98). En caso contrario, deberá afrontar una segunda vuelta el 22 de noviembre. En ese escenario, crecen las posibilidades del segundo, si logra aglutinar a toda la oposición, claro está.
Rodríguez Larreta –un excelente gestor en la administración de Macri- le ganó el ballotage por menos de tres puntos porcentuales a Martín Lousteau, ex ministro de la primera gestión de Cristina Kirchner, pese a lo cual los militantes de la Presidenta pretendieron ensuciarlo tanto en la previa, como en el ballotage. Sin embargo, su capacidad de análisis de la economía y su juventud lo posicionaron en un segmento importante de la sociedad. Se desconoce cuál será su futuro político, pero quedo en condiciones de aspirar a nueva postulación dentro de cuatro años.
Para Córdoba, una eventual catástrofe de De la Sota abrirá las puertas para la sucesión en el peronismo provincial, que aún no tiene una figura dominante, más allá de las aspiraciones que atesora el binomio electo: Juan Schiaretti y Martín Llaryora (el político con mejor imagen personal en la provincia).