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Aunque sin una declaración formal, la «guerra de las tarjetas» para captar el consumo en Córdoba, está en plena ebullición. Cordobesa decidió redoblar la apuesta de extender las compras en 20 cuotas; BBVA se asoció con Talleres y Naranja inauguró su propia casa. A nivel regional, se constituyó la aerolínea más grande.
Tarjeta Naranja presentó ayer su nueva casa en Córdoba, un espacio para hacer más confortable y creativo el trabajo en los 700 puestos de trabajo que funcionarán en ese espacio. La torre de 13 pisos, de 60 metros de altura, con 14.500 metros cuadrados cubiertos demandó 300 millones de pesos. El edificio se convertirá en uno de los símbolos de Córdoba, sobre la calle La Tablada 451, en un área de amplio desarrollo sobre el río Suquía.
Naranja afirma ser la líder del mercado en emisión, con 7,8 millones de plásticos en circulación. La tarjeta tiene 250 mil «Comercios Amigos» en todo el país y emplea a 3.700 colaboradores, algo más de un tercio se desempeña en Córdoba.
Cordobesa, por su parte, sacudió el mercado con su plan de 20 cuotas sin interés, que movió las compras, fundamentalmente, de electrodomésticos, electrónicos y de materiales para la construcción. Ahora, el Banco de Córdoba -la entidad bancaria regional más fuerte- decidió extender el plan hasta el 30 de septiembre.
El club Talleres, el club de mayor hinchada en Córdoba, cerró un acuerdo para lograr el auspicio de un banco internacional, como el BBVA Banco Francés. En breve, lanzarán una tarjeta de consumo con importantes promociones. Por contrapartida, Cordobesa decidió auspiciar a Belgrano.
Al presentar la «casa naranja», bajo el objetivo de la innovación, la tecnología y la sustentabilidad, Tarjeta Naranja se propone que sus lugares de trabajo “sean espacios pensados para las personas”, donde se fomenten la colaboración y la comunicación. «Es mucho más que la ilusión de la casa propia, es el sueño de la casa de todos, el lugar en que se den las posibilidades para que todos los sueños se hagan realidad. Los sueños de la empresa como empresa, y los sueños de la gente que trabaja en Naranja», expresó David Ruda, fundador y presidente de la tarjeta.
Desde el primer semestre de 2016 serán visibles los cambios en la integración de LAN (la aerolínea que nació en Chile) y la TAM brasileña. Ambas compañías –que darán forma a una de las aerolíneas más grande del mundo- se fusionarán comercialmente bajo el nombre de LATAM.
Claudia Sender, CEO de TAM Brasil, señaló ayer que “comienza un proceso de transición”, que se terminará de completar en los próximos tres años, y que demandará una inversión cercana a los 40 millones de dólares (unos 370 millones de pesos al cambio de ayer). Esto tendrá que ver principalmente con cuestiones como el pintado de los aviones y la adecuación de las cartelerías y logos.
El nuevo conglomerado llevará en los papeles el nombre de LATAM Airlines Group. “Era una necesidad que teníamos desde hacía tiempo tanto por cuestiones estratégicas como económicas. Los grandes grupos a nivel mundial nacieron y crecieron a través de las fusiones y adquisiciones, y a eso apuntamos”, dijo Mauricio Amaro, presidente de Latam Airlines.
La asociación genera uno de los mayores grupos de aerolíneas del mundo en red de conexiones, ofreciendo servicios de transporte de pasajeros hacia unos 140 destinos en 24 países, y servicios de carga para 144 destinos en 26 países, con una flota de 318 aviones. LATAM cuenta con más de 53 mil empleados.