Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Martín Guzmán exhibió en Córdoba la capacidad técnica y de oratoria que le piden el Gobierno nacional y el peronismo para sumar el empresariado al objetivo de ganar las elecciones. Unos 200 hombres y mujeres de negocios y alrededor de 100 adherentes del Frente de Todos lo escucharon por casi dos horas el miércoles 1° de septiembre. La representación empresarial fue numerosa y calificada, lo que sorprendió a observadores políticos. Quiénes fueron.
Hubo figuras de grandes empresas, como Alejandro Asrín (Naranja X), Osvaldo Acosta (Electroingeniería), Sergio Roggio (El Peñón del Águila), Raúl Giai Levra y José María López (Pauny) y Pablo y Natalia Buttigliengo (Boetto y Buttigliengo) y José Martín (Arcor).
Y representantes de la casi totalidad de las cámaras empresarias de Córdoba, algunas de ellas críticas de las políticas de Alberto Fernández.
Entre los comensales, se vio a dirigentes de la Bolsa de Comercio (John Walker y Aníbal Casas Arregui); de la Bolsa de Cereales (Juan Carlos Martínez); de la Cámara de Comercio (Claudio Viale); de la Cámara de la Construcción (Marcos Barembaum), de las agencias de viaje (José González) y de Apyme (Humberto Spaccesi).
También asistieron autoridades de ACAbio, de ProMaíz y de Bio4, que producen biocombustibles en la provincia; y dirigentes sindicales, como Juan Monserrat (UEPC) y de Fadea, entre otros.
La coordinación estuvo a cargo de Rodrigo Rufeil, cercano a Carlos Caserio y exintendente de La Calera. En el interior del salón, asistió a los presentes Myriam Martínez, directora ejecutiva de Fundación Mediterránea, entidad en la que hubo un debate sobre si sus directivos debían participar o no del evento.
Guzmán sostuvo que su objetivo es “tranquilizar la economía”. Anunció un descenso de la inflación interanual y mensual en agosto. “Será menor al 3%”, aseguró.
Aunque el dato pueda ser válido (la cifra oficial se conocerá el martes 14), las consultoras advierten que los alimentos siguieron por encima del 3%, lo que afecta la recuperación del salario, otro de los desvelos del Gobierno.
El ministro calificó como “consistente” la política cambiaria, que se mantendrá en 2022. En forma implícita descartó una devaluación, como especulan los agentes financieros luego del 14 de noviembre.
En los últimos días, el Banco Central se desprendió de casi 300 millones de dólares para evitar un alza en las cotizaciones, que impactaría en los precios y provocaría intranquilidad a pocos días de las primarias.
La larga exposición de Guzmán de 90 minutos incluyó un análisis de “la recuperación económica”, convertido ahora en uno de los eslóganes de la campaña oficialista.
Las comparaciones que usó fueron en relación con los dos últimos años recesivos de la gestión de Mauricio Macri o con 2020, cuando la economía cayó casi 10%.
Insistió en que la deuda creció 100 mil millones de dólares con Macri, aunque exfuncionarios recuerdan que la Argentina debió atender el pago de 18 mil millones en default y los juicios perdidos con empresas de servicios.
Habló de la recuperación de la demanda en maquinaria agrícola y en la construcción. Ambas afirmaciones fueron validadas por empresarios presentes en la sala.
Directivos de Pauny revelaron que tienen pedidos pendientes por mil tractores. “Es uno de los períodos más exitosos en 20 años; tenemos trabajo por 10 meses”, aseguraron.
Sin embargo, las optimistas proyecciones del ministro chocaron contra algunas realidades.
El consumo no arranca. El comercio minorista cayó 3,4% en agosto en la provincia, según Fedecom. En la Capital cordobesa, retrocedió 11,7% sobre julio, de acuerdo con la Cámara de Comercio.
Un tambero y dirigente de una cooperativa del interior le hizo notar los prejuicios que provoca el cierre de las exportaciones de carne para la venta de las vacas de rezago. Y no es uno de los grandes actores de la cadena.
Las empresas de biocombustibles no quedaron conformes con el precio anunciado por Guzmán -59,35 pesos por litro-, ni tampoco con la promesa de que se respetará la integración de las naftas con 6% de bioetanol de maíz.
No sólo le será difícil conquistar el apoyo de los empresarios; también deberá ganarse el del frente interno.
Guzmán anunció que la austeridad fiscal del primer semestre se verá reflejada en el Presupuesto 2022, que presentará el día 15. Esa restricción en el gasto y las demandas del FMI le generan fuertes rechazos en la interna del Gobierno.