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Por Juan Turello. El domingo se cumplieron dos meses de la mayor devaluación que sufrieron los argentinos tras la caída de la convertibilidad, señala el comienzo de mi nota dominical en La Voz del Interior. ¿Qué pasa ahora con el dólar y los precios?
El dólar oficial alcanzó ayer martes la cotizacón de aquel tórrido 23 de enero ($ 8,01), mientras que el blue –que llegó a la impactante cifra de $ 13,10 – cotiza ahora a 10,90, casi 17% menos.
“El problema es que nuestra moneda no vale nada”, repiten como una letanía los que disfrutaron de recientes viajes a Uruguay, Brasil y Chile. “Crucé por el Paso de Jama, hice 2.500 kilómetros por el desierto de Atacama y llegué a Copiapó. Nadie me quería recibir los pesos argentinos”, relata –con tristeza- un destacado profesional de la medicina que visitó el país trasandino. La inflación anual en Chile es de 3,2%.
En la Argentina, la suba de precios interanual al 15 de marzo último era de 36,1%, según el registro diario de la página www.inflacionverdadera.com Desde el 23 de enero, la inflación llega al 9,8%, es decir que en sólo dos meses triplica la que el vecino país tiene en un año.
9,8% aumentaron los precios desde el 23 de enero, según la estadística de Inflación Verdadera; dólar oficial estable; el blue cayó 17%.
La pérdida del poder de compra se nota en el bolsillo, ya que salvo los empleados públicos provinciales y los de la Municipalidad de Córdoba, las paritarias aún no se han actualizado para el resto de los trabajadores. Esa carrera
–sueldos viejos versus precios nuevos- está perdida para los asalariados.
Los responsables de distribuidoras y locales comerciales ya registran una caída en las ventas de las dos bebidas más populares para los cordobeses: la cerveza y el fernet.
Los contadores de pequeñas y medianas empresas reconocen que en lo que va del año no dieron de alta a nuevos empleados, en tanto se redujeron las horas extras y las jornadas de trabajo.
La competitividad ganada por la depreciación del peso frente al dólar (32,2% desde el 21 de noviembre cuando asumió el nuevo equipo económico) amenaza perderse si los precios mantienen el ritmo de los dos últimos meses. Sin embargo, se nota una cierta “estabilidad”, como proclama el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fruto de una caída en el consumo (se venden menos unidades).
¿Hasta cuándo aguanta la calma en el dólar? Los economistas le han puesto fecha: hasta julio, si el Gobierno “no hace los deberes”, es decir, baja el gasto público.
Pese a que todavía restan definir números macro importantes –pauta salarial, nivel del gasto, valor de la nueva cosecha-, todo indica que las decisiones clave vendrán tras el Mundial de Brasil. ¿Y si salimos campeones?
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¿Vuelven las devaluaciones diarias o el dólar se queda en $ 8? / Fuente: www.turello.com.ar