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Por Matías Plaul, gerente de Producto de Banghó. Cuando experimentamos problemas con la velocidad del WiFi, solemos creer que se debe al proveedor de Internet contratado. Sin embargo, es posible que tenga que ver con el tipo de router que se está utilizando y la velocidad de transmisión que ofrece.
Esto también es un tema a tener en cuenta en el momento de la elección de un nuevo dispositivo: ¿a qué tipo de redes WiFi puede conectarse?
Existen diferentes tipos de conexión WiFi que se encuentran estandarizadas y por las cuales se rigen tanto los proveedores de routers, como las empresas fabricantes de dispositivos tales como tablets, notebooks o teléfonos.
802.11
En 1997 fue creado el primer estándar trasmisión de datos inalámbricos llamado 802.11, el cual sólo admitía un ancho de banda de 2 Mbps, lo que lo hace demasiado lento para la mayoría de las aplicaciones. Sin embargo, fue el puntapié inicial para llegar al estándar que utilizamos ahora, recorriendo antes un largo camino.
802.11b
En julio de 1999, el IEEE (Instituto de Ingenieros Electrónicos y Eléctricos) expandió el estándar original para que soporte hasta 11 Mbps y lo llamaron 802.11b. Este estándar usa la misma frecuencia de señal de radio no regulada (2.4 GHz) que el original. ¿Qué significa esto? Que al ser «no regulado», pueden llegar a tener interferencia con teléfonos inalámbricos, microondas y otros dispositivos que usen el mismo rango de 2.4 GHz.
802.11a
A la vez que se desarrollaba el estándar 802.11b, también nacía el 802.11a, a pesar de que no ganó tanta popularidad como su contemporáneo. Debido a sus características y costo más elevado, este estándar suele encontrase en redes de negocios, mientras que la 802.11b es más común en hogares.
Soporta un ancho de banda de hasta 54 Mbps y tiene una frecuencia de señal de radio regulada de aproximadamente 5 GHz. Sin embargo, esta mejor frecuencia genera algunos inconvenientes: un transmisor de punto de acceso 802.11a puede cubrir menos de un cuarto del área que uno 802.11b. La frecuencia más alta significa también que las señales tienen más dificultades para penetrar paredes y otros obstáculos.
Dado que 802.11a y 802.11b utilizan diferentes frecuencias, son incompatibles entre ellas. Si bien algunos dispositivos en el mercado se ofrecen como “híbridos 802.11a/b”, los mismos usan una señal o la otra, no pueden combinarse.
802.11g
Entre 2002 y 2003 se lanzaron al mercado productos con el estándar 802.11g (que conocemos como “Wireless G”), el cual combina lo mejor de sus dos predecesores: soporta hasta 54 Mbps y utiliza una frecuencia de 2.4 GHz para mejor alcance. Además, es compatible con el estándar 802.11b, lo que significa que sus puntos de acceso van a funcionar con adaptadores de red WiFi 802.11b y viceversa.
802.11n
El 802.11n (también conocido como «Wireless N») fue diseñado especialmente para mejorar en el ancho de banda que soporta el estándar 802.11g, mediante la utilización de múltiples señales y antenas inalámbricas en vez de una. Esto hace que ofrezca hasta 300 Mbps de ancho de banda. Además, tiene un mayor alcance gracias a una mejor intensidad de la señal y es compatible con dispositivos 802.11b/g.
802.11AC
Es la más nueva y popular generación de señal WiFi. Usa tecnología dual band, que le permite conexiones tanto en 2.4 GHz como en 5 GHz. Además, es compatible con 802.11b/g/n y tiene un ancho de banda de hasta 1300 Mbps en 5 GHz y hasta 450 Mbps en 2.4 GHz.
Saber qué tipos de WiFi existen es útil tanto a la hora de contratar un proveedor de Internet (si nuestro router transmite hasta cierta cantidad de MB por segundo, no vale la pena tener un servicio mayor a eso); al elegir dispositivos WiFi (es importante estar atentos a qué tipos de estándar son compatibles); y por supuesto, al adquirir un router para transmitir datos WiFi.
A partir de Wireless G se trata de una buena conexión, siendo Wireless N una mejora de la anterior y AC la mejor disponible en este momento.