Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. Las pequeñas buenas noticias que hay en materia económica chocan con el contexto macroeconómico, señalo en una parte de mi nota dominical en La Voz del Interior.
Florencia Costantino anticipa que el Instituto de Economía de la Bolsa de Córdoba difundirá el jueves una estimación que prevé una caída de 2% en la actividad. También 2015 sería negativo. La proyección es casi similar en todos los centros de estudio. Axel Kicillof resiste una devaluación y espera dólares con cuentagotas.
El maldecido Fondo Monetario Internacional, pese a las críticas de los funcionarios argentinos, ratificó que calcula una baja de 1,7% para este año y 1,5% en 2015.
Axel Kicillof tiene otro número: 0,5% de crecimiento, aunque las proyecciones basadas en los datos oficiales del Indec no gozan de prestigio. El titular de Economía diseña una estrategia para afrontar los embates por una devaluación. Los que conocen su pensamiento afirman que pretende resistir con los dólares que llegarían de China, Rusia y de las cerealeras.
Con una emisión récord para cubrir un déficit que llegaría a $ 270.000 millones, se vienen 70 días difíciles para cerrar el año.
Cristina Kirchner iría en las próximas semanas a Beijing para firmar los avales (seguros) para las represas patagónicas, que implicarían la llegada de unos 700 millones de dólares; el acuerdo con la rusa Gazprom aportaría 1.000 millones y las cereales adelantarían 1.500 millones de futuras ventas, a través de un mecanismo aún en discusión.
¿Alcanzará para las importaciones de energía –las industriales se frenaron bajo la excusa de “auditar ingresos por 3.000 millones”-, los servicios de la deuda y la demanda de ahorristas y viajeros?
Las trabas al “contado con liqui” y al “dólar Bolsa” terminaron alentando la suba del blue ($ 14,95, el viernes).