La convulsión en el mundo árabe puede complicar aún más las cuentas fiscales de la Argentina a partir de la frágil situación que tiene el país respecto a la importación de combustibles.
La chispa se reencendió a partir de una película norteamericana que se burla de Mahoma…
… lo que provocó que una turba asesinara Christopher Stevens, embajador de Estados Unidos en Libia, en tanto ayer se registraron graves incidentes en Yemen y Egipto, entre otros lugares.
Los analistas temen que estas revueltas disparen una suba en el precio del petróleo, que ayer cerró a 98,72 dólares el barril (WTI).
Mary Acosta, titular del Instituto de Economía del Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE), destacó -en la presentación del informe mensual- que el rubro «Combustibles y lubricantes» era el único que había crecido pese a las fuertes restricciones a las importaciones que aplica el Gobierno de Cristina Kirchner (@CFKArgentina).
«Es un mal dato para la Argentina», afirmó Mary Acosta, debido a que la Argentina tiene una balanza energética deficitaria, además que una suba en el precio de los combustibles obliga al Estado a disponer de mayores partidas para subsidiar el transporte público. Hasta agosto, el superávit fiscal (incluidas las remesas del Banco Central y de la ANSES) se redujo en 52% (5.857 millones de pesos) en relación a 2011.