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Por Gastón Utrera (Economista, presidente de Economic Trends). En términos económicos, el discurso de la presidenta Cristina Kirchner el viernes último en el Congreso dejó bastante poco para el análisis. Que no haya hecho mención a la inflación no debería sorprender a nadie, ya que…
… difícilmente quiera decir algo cuando es una estrategia explícita negar la existencia de un problema inflacionario, y cuando los números oficiales muestran una suba de precios del 10% anual. Era esperable que dijera algo respecto de la política cambiaria, pero no lo hizo. Y muchas de las estadísticas que mencionó tienen poco sentido, ya que están influidas por la inflación, como la suba de más del 1.300% en el salario mínimo durante los últimos 10 años.
Sí señaló, en cambio, algo importante en relación a las demandas judiciales en Nueva York por la deuda que aún está en default, que ya tienen un fallo favorable del juez Thomas Griesa (foto). Dijo que les pagará a los fondos buitre lo mismo que a quienes ingresaron en los canjes de 2005 y 2010. Esto contrasta fuertemente con su postura de noviembre, cuando dijo públicamente que para los fondos buitre no habría un solo centavo.
El cambio de postura de Cristina Kirchner tiene que ver con la estrategia que está siguiendo el Gobierno en Nueva York, de proponer un pago con quita similar a la efectuada en los canjes de 2005 y 2010.
Y justamente desde el viernes último, la Argentina está obligada a presentar una propuesta concreta de pago antes del 29 de marzo. Seguramente consistirá en un canje de bonos en default por nuevos bonos sin quita del valor nominal (es decir, por cada U$S 100 dólares de bonos a rescatar, habrá bonos por U$S 100 a entregar), pero con plazos de pago lo suficientemente largos y tasas de interés lo suficientemente bajas, como para que el valor presente de esos nuevos bonos tenga una quita similar a la de los canjes anteriores.
Todavía hay posibilidades de que una propuesta de esas características sea aceptada por la Cámara de Apelaciones de Nueva York, aunque el resultado sigue siendo incierto. Se trata de una novela, con entregas casi semanales, que continuará por algún tiempo más.