Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Sergio Mabres. La fuerte devaluación pos-PASO y las últimas subas del dólar siguen impactando en nuestros bolsillos. A los que sabemos quién es Celestino Rodrigo, no nos sorprendió. Ya hemos pasado por esto y sabemos cómo sigue: la falta de referencia de precios y, esperemos que no suceda ahora, el desabastecimiento de ciertos productos. ¿Cómo impacta en la tecnología?
Los precios de los dispositivos están muy relacionados con el dólar, pero cabe advertir que no se comporta como otros productos de consumo masivo.
Aunque los precios de los dispositivos electrónicos se presentan en pesos, su moneda de referencia es la divisa norteamericana. De hecho, varios tienen directamente precios en dólares. En consecuencia, ante una devaluación, los vendedores consultan la cotización del Banco Nación, toman su calculadora y actualizan los precios en pesos.
Como muestra puede observarse los cambios de precios que sufrió un mismo producto, ofrecido por un vendedor cordobés, en el portal MercadoLibre:
Pero esto no es todo.
Hay otro efecto vinculado a los cambios en los precios tras el lanzamiento de nuevos modelos.
La tecnología avanza muchísimo año a año, y los modelos caen en desgracia rápidamente. Por ejemplo, una vez que sale el modelo 9 de un dispositivo, varios interesados compran el modelo 8 y las ventas del 7, caen drásticamente. Esto ocurre en todas las marcas.
Por lo tanto, el efecto combinado de la devaluación del peso y la devaluación de los modelos hace que los precios suban, pero no en la misma proporción que el dólar.
¿Hay un efecto positivo de la devaluación? Sí, para las tecnológicas que tienen contratos de desarrollo o mantenimiento en dólares. Estas empresas celebran cuando sube el dólar; crecen contra ciclo y durante las crisis, pueden incluso a llegar a contratar empleados para aprovechar que el costo de la hora laboral en dólares se torna más competitiva en comparación con otros países.
Según una encuesta de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), las exportaciones de servicios de este tipo de empresas fueron récord en 2017, alcanzando casi los 1.700 millones de dólares.
Aunque dentro del rubro exportador no son mayoría, el sector de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) muestra un crecimiento y genera divisas para el país. Por caso, un reciente informe del Ministerio de Hacienda de la Nación y del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), señala que durante el primer trimestre de 2019 “se estimaron balances positivos en (…) servicios de telecomunicaciones, informática e información por U$S 157 millones, destacándose los servicios informáticos”.
No obstante, estas cifras parecen pequeñas frente a la cantidad de dólares que el Banco Central viene utilizando para contener a la divisa norteamericana desde las PASO. El portal PlanM.com.ar, calculó que en 10 días hábiles el BCRA “vendió unos U$S 775 millones de las reservas para contener al dólar”. Si se tienen en cuenta otros factores, Infobae advierte que las reservas cayeron 9.500 millones de dólares en agosto..
Lo peor, en mi modesta opinión, es que asoma la dolarización -como posible solución- para arreglar la desvencijada economía argentina.