Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Eduardo Ingaramo -Vocal Titular CPCE de Córdoba y Profesor de la UCC-. Todas las visiones –productivistas, financieras, sociales, estatistas, urbanísticas, etcétera- señalan la importancia de la construcción y de la vivienda propia. Sin embargo, las posibilidades de acceder a ella son mínimas.
Un estudio de la Universidad Católica de Córdoba, realizado a través de una encuesta en la ciudad de Córdoba por los alumnos de la Cátedra B Seminario de Investigación de Mercados FACEA, revela que 22,2% de familias que viven en barrios de clase media alquila, y que de éstos, el 64% quiere construir o comprar una nueva, financiándola principalmente a través de sistemas institucionales.
■ ¿Quiénes alquilan? Los que más alquilan son los jóvenes, con jerarquía de trabajador, no calificado, que aplica una buena parte de sus ingresos a ese gasto, sin poder capitalizarlo.
■ ¿Cuáles son las necesidades habitacionales? El 27,15% de las familias dice no tener problemas habitacionales. Entre los que creen tener deficiencias habitacionales, buena parte necesita renovar su vivienda (25,8%), una cifra similar (27,5%) necesita refaccionar o ampliar y sólo 19,6% necesita construir o comprar una nueva vivienda.
■ ¿Cómo prefieren financiar sus necesidades habitacionales? El ahorro propio, aun en las inversiones mayores, es una de las más importantes fuentes de financiamiento. También es clave el crédito bancario personal y el crédito hipotecario, en especial cuando la inversión es de mayor envergadura. Si analizamos su comportamiento pasado, vemos que el ahorro propio (en efectivo y materiales) o el préstamo familiar han disminuido en su preferencia, mientras que el ahorro previo cooperativo y el financiamiento externo (tarjeta de crédito, crédito bancario personal o hipotecario) ha aumentado en sus preferencias.
■ Infraestructura Social: otro aspecto importante del estudio, como la valoración de la infraestructura social, revela que una escuela primaria, una posta sanitaria o dispensario y un destacamento policial son los más valorados, mientras que los servicios sociales -con más posibilidades de desarrollar una comunidad, como una plaza, templo, club o centro comunitario- son menos valorados.