Por Sebastián Turello. Los Turello, junto a otros periodistas, visitó la planta de fabricación...
Autoridades del IAE y de Banco Macro, en una ceremonia conducida por la periodista Verónica...
La empresa Aguas Cordobesas celebró el cierre del programa “Construyendo Futuro 2024", con la...
Junto a las señales positivas de la economía en las últimas semanas, en especial, en el mercado...
Por Juan Turello. El buen momento de la Argentina en los mercados financieros y las palabras de...
El Grupo Sancor Seguros fue nuevamente protagonista en los Premios Prestigio al lograr...
Suscribite al canal de Los Turello.
Por Eugenio Gimeno Balaguer. Hoy el desarrollo de profesionales se concentra en adquirir habilidades de gestión, a través de las cuales aprenden a: administrar, presupuestar, organizar, coordinar, controlar… y a resolver los problemas que pueden llegar a afrontar. En síntesis, las famosas “competencias”.
El liderazgo versa principalmente sobre «crear nuevas condiciones». En ese sentido, sería conveniente potenciar el desarrollo de líderes que puedan modificar las estructuras en crisis (sociales, ambientales, espirituales, entre otras). Sin embargo, son escasas las instituciones de formación que prestan real atención al desarrollo de líderes.
«Se necesitan líderes que formen líderes«
Entiéndase por líderes a aquellas personas capaces de crear y comunicar visiones significativas, logrando alinear la energía propia y la de terceros, en pos de esas causas. En otras palabras, se necesitan personas que sepan comunicar sus visiones y que puedan facultar a otros, para llevarlas a cabo.
Las grandes transformaciones necesitan del compromiso de muchos.
Se necesitan líderes que formen líderes.
Es común aferrarse más a las experiencias negativas que a las positivas. Por caso, de las diversas de situaciones que se afrontan cada semana lo que más recordado suelen ser los problemas, los errores y los fracasos. Incluso, por encima de los logros. Esto sucede porque no se reflexiona; sólo se reacciona.
Una forma de combatir la depresión es pensar en aquello que produce placer. Reflexionar sobre las cosas gratas de la vida es una manera pacífica y positiva de empezar cada mañana. Si se piensa en los pequeños placeres, se podrá enfrentar mejor un contratiempo, en lugar de ofuscarse por él.
Cuando se está mal, hay que recordar las cosas buenas que pasaron e imaginar las que aún esperan. Reflexionar positivamente y “soltar las garras” de los contratiempos. En palabras de Lewis B. Smedes: “perdonar es liberar a un prisionero y descubrir que el prisionero eras tú”.
Todo fluye y refluye; todo tiene sus mareas. Todas las cosas se elevan y caen. La oscilación del péndulo se manifiesta en todo. La medida de la oscilación hacia la derecha es la medida de la oscilación hacia la izquierda; el ritmo compensa y allí, se necesita la acción inteligente y comprometida… y la sociedad es el reflejo de quienes la componen.