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Por Ignacio Cadario (@NachoCadario), cronista de Radio Continental Córdoba y Uno Medios. Que difícil es entender el rugby si uno nunca no lo jugó, pero que fácil que es comprender algunas otras cuestiones. Estamos en época del Mundial de Rugby Inglaterra 2015, y así lo vivimos.
Un Mundial donde la pelota, también conocida en nuestro país como «la guinda», es ovalada, no redonda.
Los jugadores de rugby juegan con las manos, aunque también pueden usar las piernas. Las rayas de sus camisetas están puestas de otra manera a las que acostumbramos a ver. Los arcos tienen un par de palos que sobresalen varios metros del travesaño, formando una especie de «H».
Más allá de cómo se juega y de cómo es la cancha, lo que ahí sucede es mágico.
Hay varias palabras vinculadas al juego tales como educación, compromiso, amistad, alegría. compañerismo, entre otras. Pero hay una sola, que es la más importante y se llama diversión. La gran mayoría de los jugadores argentinos, que hoy nos representan en el Mundial, empezaron jugando por diversión, sabiendo de antemano que es muy difícil vivir de este deporte, pero sí vivir y sentir por el rugby.
❝El Mundial de Rugby nos acerca al deporte, pero más importante aún, nos une❞
El mundial nos acerca al deporte pero más importante aún, nos une, dejando de lado, aunque sea por este evento, nuestras diferencias.
Los Pumas están en Londres, la casa de los inventores del juego. Saben que serán tapas de los diarios sólo si siguen avanzando. Ya lo consiguieron cuando al derrotar a Irlanda se colaron entre los cuatro mejores del mundo.
Lo que pase con Los Pumas de aquí en adelante es anecdótico e histórico.
¿Pueden ganarles a los duros Wallabies? Sí, se lo proponen lo pueden lograr. Los australianos tienen en sus filas como coach a Mario Ledesma, un histórico pilar argentino, coronado de bronce en Francia 2007. Los nuestros lo conocen mucho a Ledesma y viceversa. Si bien los Pumas pueden ganar, también pueden perder, lo cual sería lógico porque al frente hay una potencia en este juego.
Lo que nosotros aspiramos a ser, ya lo somos.
❝Cuando los otros seleccionados se enfrentan a Los Pumas ahora lo hacen con respeto❞
Cuando los otros seleccionados se enfrentan a los Pumas ahora lo hacen con respeto. Antes también pero sabían que del otro lado había garra y corazón, pero poco juego. Hoy hay garra, corazón y juego bonito. Por fin en rugby tenemos lindo juego, juego de manos, de forwards, de ataque, de defensa, de habilidad, de golpes de estilo, y eso es lo que nos podría depositar en la final contra los All Blacks.
Los Pumas juegan a seguir estando entre los más grandes. Para muchos eso es una casualidad, para otros es fruto del crecimiento del deporte y de algunos cambios que hubo en la Unión Argentina de Rugby (UAR).
Pase lo que pase estos corpulentos hombres nunca olvidarán los valores que de niños les enseñaron: educación, compromiso, amistad y compañerismo, pero sobre todo diversión, el motivante del deporte. Este domingo cuando la bandera de la Argentina esté en lo más alto del estadio de Twickenham, y suenen las estrofas del Himno Nacional, esos muchachos harán caer sus lágrimas en el verde césped.
A pesar de que en nuestro país varios televidentes desconocen las reglas o no entienden lo que ocurre en el campo, alentarán incondicionalmente a Los Pumas en sus corridas, golpes y tackles. Esos pibes juegan con el corazón, con garra, pero también con juego bonito.
Luego del Mundial muchos jugadores volverán al país para realizar sus tareas habituales. Varios trabajan y juegan, otros residen en el extranjero y sólo juegan. Cuando no lo hagan más, enseñaran «la magia» que los depositó en lo más alto de la élite mundial del rugby.
Más allá que Los Pumas pueden ganar o perder, sabremos que jugaron con el corazón.