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Por Daniel Scandizzo. La economía política es la ciencia que estudia la producción y el intercambio de bienes materiales en la sociedad humana. En cambio, la política económica es la estrategia que diseña un gobierno para conducir la economía de un país. La economía política es inalterable y la política económica es dinámica y, en cierto modo, ambigua e incierta.
La política económica cambió en la Argentina. ¿Debería sorprendernos? En absoluto. La mayoría lo esperaba.
Si usted conduce una empresa, bienvenido a la mesa de la “Macrinomics”. Se servirá un menú de 5 pasos. Tres de ellos, provistos por el Gobierno e incluidos en el precio. Los dos restantes, son opcionales.
● Paso 1: Devaluación y salida de cepo. La mayoría de los especialistas tildó como exitosa la salida del cepo. Sin embargo, promediando febrero, el dólar superó los $ 15 (el lunes se acercó a los $16). ¿Es el valor que pretende el Gobierno? Supongamos que sí. De su parte, revise y rediseñe su estructura de costos. Le aseguro que cambió e impactará en la rentabilidad. No pierda tiempo.
● Paso 2: Inflación. A toda devaluación sobreviene inflación. Lo sabemos. Al igual que un GPS, recalcule rentabilidad global, por unidad de negocio y por producto. Lo que era rentable puede no serlo ahora. Planifique escenarios y no apele a stockearse como si fuera la única receta. Establezca nuevas metas y siga sus indicadores financieros. Si no los tiene, el tiempo corre.
❝No apele a stockearse como única receta❞
● Paso 3: Actividad económica. Primer semestre con caída. Brasil, China y el mundo tampoco colaboran. Preste atención a la tasa de interés y su impacto en el resultado financiero de su compañía. Revea proyecciones y apueste una dosis, no más, al segundo semestre.
● Paso 4: Cash management. Plato opcional. Los tres anteriores se los lleva en un «combo obligado». Acá comienza su gestión. No puede afrontar esta coyuntura sin una estrategia de sintonía fina en la gestión del efectivo. Implica energía adicional, pero provee nutrientes y vitaminas.
● Paso 5: Su propia tasa de cambio. Ni dólar ni euro es la tasa de cambio de su empresa. Si su tasa de cambio interna es más lenta que la tasa de cambio del contexto, el rezago, la pérdida de competitividad y de relevancia y el envejecimiento son inevitables. Y cuando hablo de cambio me refiero no sólo a la política económica sino también a: sector, competencia, clientes, recursos, tecnología, modelos de negocios y sigue la lista.
No pretendo que disfrute el menú, pero al menos, que le sea digerible. No olvide los platos opcionales. La mesa de la “Macrinomics” está servida. Bon appetti y hasta la próxima.