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Por Juan Turello. Martín Guzmán puso finalmente en marcha medidas necesarias para cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero los trazos iniciales son insuficientes, señala mi nota en La Voz.
El primer desafío es consolidar el frente interno, y que todo el Gobierno se encamine a cumplir metas que apuntan a contener el gasto público, bajar la inflación y consolidar el crecimiento. Marta Vallejos, que expresa el pensamiento económico dentro del kirchnerismo, ya descalificó las medidas. “Es un nuevo golpe a la clase media”, dijo. Otro, es recuperar la confianza de la sociedad en el plan.
Máximo Kichner le achacó a Guzmán la responsabilidad de poner en marcha la compleja segmentación de las tarifas, que exigirá la inscripción de todas las familias en un nuevo padrón. Así, el 90% de los usuarios mantendrá los subsidios.
Aún subsisten numerosas dudas sobre cómo será la declaración actual y la de los próximos meses de las familias, que deberán tener ingresos menores a $333 mil para recibir ayuda estatal.
En el caso de la electricidad, es una enorme duda sobre qué sucederá con gran parte de las tarifas de EPEC y las de cientos de cooperativas que prestan el servicio en Córdoba.
La batalla está perdida de antemano. El Gobierno tardó seis meses en aplicar el recorte de los subsidios, por lo que el ahorro sería apenas de 15 mil millones de pesos, cuando se hubiera podido llegar a 90 mil millones.
El panorama del próximo semestre es incierto, ya que Argentina necesitará importar gas natural licuado (GNL) y gasoil para sostener la producción.
La suba de los precios internacionales de los combustibles pueden golpear aún más las escuálidas reservas del Banco Central.
Para colmo del ministro, la vocera presidencial anunció que luego del aumento de junio, no habrá nuevas subas en 2022 para el 90% que recibe subsidios.
Lo ideal hubiera sido gravar la demanda con diferentes tarifas de acuerdo con el consumo de cada hogar. El subsidio se mantendría a beneficiarios de planes sociales. La ayuda debe ir al medidor y no a la compleja integración de las familias
La nueva meta del 62% -que significa más del 60% en relación con el fallido Presupuesto 2021 (38% )- quedará hecha trizas si la suba mensual no se reduce a menos del 3% en los próximos meses.
En la primera quincena de junio, los alimentos ya aumentaron 3,4% , según consultoras privadas.
El gasoil es escaso; hay que pagar sobreprecio y el que se consigue tiene una suba del 12% . Este mayor costo impacta en la logística de alimentos, de insumos y de toda la cadena de producción.
La encuesta del Banco Central revela que las 10 consultoras y economistas que aciertan en sus pronósticos prevén una inflación del 75% .
Por ahora, proliferan los anuncios de más gastos, por caso, otra moratoria previsional que impulsa el kirchnerismo sin conocer la opinión de Economía.
Guzmán habla con entusiasmo de sus objetivos, pero el menor recorte en las tarifas aumentarán los subsidios económicos; el gasto se incrementará y las fuentes de financiamiento en pesos son cada vez más caras y renuentes a financiar el rojo fiscal.
Las medidas necesitan, primero, tener el respaldo de todos los integrantes del Frente de Todos y, luego, recuperar la confianza de la sociedad; hoy, muy deteriorada.
La sola mención de un mayor cepo cambiario (la vocera presidencial lo desmintió) y a las importaciones llevó a que el Banco Central perdiera 200 millones de dólares el jueves último.
Los dólares financieros y el blue conocieron precios récords y el riesgo país se ubicó en torno de los 2.200 puntos básicos. A las puertas del invierno climático, el “veranito cambiario” quedó muy atrás.
Las medidas necesitan, primero, tener el respaldo de todos los integrantes del Frente de Todos y, luego, recuperar la confianza de la sociedad; hoy, muy deteriorada.
Solo uno de cada cuatro argentinos confía en la gestión de Alberto Fernández, según encuestas de opinión.
Las metas son difíciles de cumplir, pero sin acompañamiento interno y el apoyo de la sociedad, son imposibles.