Aunque los economistas y analistas coinciden en que la «Moreno-card» (tarjeta única para la compra en los supermercados) no dará resultados y en algunos casos provocará desabastecimiento, las grandes casas de ventas de electrodomésticos se sumaron a la iniciativa.
Así lo hizo trascender el Gobierno, aunque sólo hubo declaraciones aisladas de los principales actores de la actividad. La indumentaria sería el próximo sector en sumarse a esta iniciativa.
El ex ministro Roberto Lavagna vaticinó que ese único plástico provocará desabastecimiento y un mercado negro de productos.
El polémico Guillermo Morenocomentó a los supermercadistas que analiza aplicar una tarjeta única para las compras, que sería emtitida por el Banco de la Nación. Las demás tarjetas -con las que se compran entre 50 y 60% de los productos en los súper- quedarían fuera del acuerdo. La medida se suma a la prohibición de que supermercados y casas de electrodomésticos publiciten sus ofertas en los medios independientes.
Hasta ahora, el congelamiento habría dado resultados al bajar de 1,65% la suba de precios en enero a 1% en febrero. El control apuntaría ahora a los distribuidores y a los fabricantes de envases.
La expansión del consumo de los últimos años se mantuvo en base a las promociones de las tarjetas, que incluyeron a los electrodomésticos. Pero los supermercados se quejan de que las comisiones son excesivas para estos últimos productos, en especial cuando se financian planes a 12 ó 24 meses.
La medida es apoyada por un sector de la actividad -agrupado en la Cámara Argentina de Supermercados-, en tanto es rechazada las entidades financieras. La queja generalizada fue el costo de las comisiones que cobran los bancos, aunque hay dudas sobre el mecanismo propuesto por Moreno y si el Banco de la Nación tendrá la suficiente estructura para abastecer unos 17 millones de plásticos.
El consultor del supermercadismo Héctor del Campillo advirtió a esta página: «Todos sabemos como terminan los congelamientos de precios, por lo que esta medida suele puede ser de corto plazo. No soy optimista de extenderla en el tiempo», insistió.
Para la oposición, el esquema significa en la práctica que el Gobierno encontró una nueva «caja» para financiar al Estado, a través del cobro de la comisión en ventas multimillonarias. Lo negativo sería la pérdida de puestos de trabajo en bancos y tarjetas de crédito.