Por Claudio Fantini (Periodista, politólogo y docente de la UES 21). Parece la historia repetida de siempre. Hamás lanza misiles sobre el sur de Israel; el Estado judío responde con un asesinato selectivo que despierta ira y nuevos ataques desde la Franja de Gaza. Estos son contestados por bombardeos israelíes que…

… pueden derivar en una operación terrestre.

Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Sin embargo, hay diferencias inquietantes en el marco político regional. La nueva espiral de violencia entre Israel y Hamás estalló justo cuando israelíes y sirios intercambiaban fuego de artillería en las Alturas del Golán, por primera vez desde la guerra del Yom Kippur 1973.

La chispa pudo ser accidental: los disparos del ejército de Bashar al Assad contra los rebeldes sunitas pasaron al lado del Golán que Israel ocupa desde la guerra de 1967, del mismo modo que está ocurriendo en la frontera entre Siria y Turquía. Pero es imposible descartar que, buscando crear un megaconflicto regional que lo salve de la guerra civil que lo está horadando, el régimen sirio procure involucrar a Israel, que, a su vez, está en la antesala de un choque con Irán por el proyecto nuclear de los ayatolás.

De ser así, es posible que el régimen sirio haya recurrido al vínculo que tiene con Hamás a través del líder palestino Khaled Meshaal y, jaqueando a Israel desde todos los frentes, pronto empiecen a caer sobre la Alta Galilea los misiles Katiushka, que dispara Hizbolá desde el sur del Líbano.

De momento, no se puede descartar que se haya puesto en marcha un plan para una guerra total contra Israel. Pero tampoco pueden descartarse otras posibilidades. Por caso, que Israel haya detonado a sabiendas esta crisis para aplastar todos los dispositivos de ataque con que cuenta Hamás antes de atacar los puntos clave del proyecto nuclear iraní. En caso de esa confrontación, Hamás no tendría con qué abrir otro flanco de conflicto a los israelíes.

Finalmente, también es posible que la crisis sea el debut de una flamante alianza entre Egipto y Qatar. Ambos países apoyan la rebelión en Siria y podrían haber obrado para encender la actual hoguera, con el objetivo de rescatar a Hamás de una ofensiva total israelí, para de ese modo alejar la Franja de Gaza del eje Teherán-Damasco-Hizbolá.

Esta posibilidad no debiera descartarse debido a las dos novedades de la región: por un lado, el protagonismo qatarí desde la creación de la cadena Al-Jazeera y, por el otro, el nuevo signo político que gobierna Egipto: el fundamentalismo aparentemente moderado de la Hermandad Musulmana.

Redacción Turello.com.ar

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