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Por Oscar Martínez de CambioDivisas.net . El tema central para la mayoría de los votantes en la elección de Estados Unidos, que se realiza hoy, es la economía. La cuestión del crecimiento es clave.
Los principales líderes…
… tienen muy claras sus propuestas, pero como es normal, discrepan a la hora de tomar una postura u otra para reactivar la economía. Según algunos expertos, ambas posturas no pasan por medidas con resultados inmediatos o a corto plazo. Ambos se ciñen a tres temas fundamentales: gasto gubernamental, reducción de impuestos y reducción de las regulaciones.
La principal promesa del candidato opositor, Mitt Romney, es apostar por una regulación menor. Desde el Partido Republicano propone una menor presión sobre las sociedades o lo que es lo mismo, menos impuestos, en lo que Barack Obama coincide. Además, concederá mayor libertad a la hora de operar a Wall Street. Para las rentas menores prevé bajar las tasas impositivas. En cuanto al gasto público su propuesta es reducirlo del 24% actual al 20% del PIB en 2016. Romney debe demostrar su principal baza e intentar sopesar los bajos impuestos con un recorte de gasto gubernamental considerable.
Por su parte, Obama seguirá con los esfuerzos llevados a cabo hasta ahora. Sus métodos de reactivación de la economía se basan en inyecciones rápidas de gasto público y asignar fondos a consumidores de bajos y medianos recursos, incluyendo proyectos de construcción y subsidios en torno al sector automovilístico. Tiene un duro trabajo por delante sobre todo si tiene que formar un nuevo Congreso. Unirá fuerzas con el sector republicano para no caer en lo que llaman un “precipicio fiscal” anti-estímulo. De similar manera que Romney las pretensiones de mejora no son a corto plazo. Obama apuesta por un mayor gasto para un impulso del crecimiento sin llevarse por delante la reformar sanitaria que Romney empeorará aún cuando los impuestos disminuyan.
La situación en Estados Unidos no tiene un claro vencedor y, por supuesto, esto no sólo afecta a ese país. La estabilidad del mercado mundial nota los coletazos de esta incertidumbre, que se irá acrecentando.
Si Romney ganará holgadamente las elecciones, la economía estadounidense se vería en un corto plazo con la mejor solución, aunque la victoria de Obama daría mejores resultados a más largo plazo. La incertidumbre reina en el mercado del dólar y a éste ya no se lo ve como un valor refugio por el que apostar.
Algunos rumores, incluso, vuelven a hablar sobre la rebaja de la nota AAA del país, tornando a los activos menos atractivos que en meses anteriores. Si tuviera lugar, Fitch asegura que esa nota no sería tocda antes de fines de 2013.