Por Juan Turello. Javier Milei usó gran parte de su discurso de 70 minutos para atacar a la casta, que, según sus palabras, generó un “Estado presente” que favoreció a políticos, a empresarios prebendarios y a gremialistas, señala mi nota en La Voz.
La gran sorpresa fue la convocatoria al “Pacto de Mayo”, que se firmaría en Córdoba el 25 de mayo, pero al que aún le faltan definir muchos contenidos, además de dos condicionantes clave. Para avanzar en su redacción, los gobernadores deben apoyar la sanción de la ley de bases y acordar una reforma fiscal, en la que cada provincia volverá con sus reclamos.
Córdoba, por caso, remarca que la jubilación privada que puso en marcha Domingo Cavallo en 1993 incluía el apoyo a las 13 cajas provinciales que decidieron mantener el sistema.
“Durante enero y febrero últimos, la Provincia no recibió un solo peso de la Nación”, aseguran fuentes del sistema previsional cordobés.
Para este año, el déficit de la Caja de Jubilaciones podría rondar los 250 mil millones de pesos. Un talón de Aquiles para la gestión de Martín Llaryora.
Dos de los puntos confrontativos del pacto que propuso Milei son la reforma laboral, que el gremialismo ya rechazó y obtuvo múltiples amparos y fallos de tribunales laborales, y la reforma política, que incluiría la elección de legisladores por circuito electoral y que cada partido se autofinancie.
En los otros ocho puntos puede haber coincidencias generalizadas, como reducir el gasto público y la no emisión, aunque el primero de ellos -”la inviolabilidad de la propiedad privada”- también puede suscitará un fuerte debate.
El discurso -aplaudido por enfervorizados militantes en numerosos tramos- efectuó un detallado informe sobre los problemas económicos que heredó Milei y las múltiples medidas adoptadas para reducir el gasto público.
Anticipó varios proyectos para reducir “los privilegios de la casta”, como las jubilaciones de privilegio de presidente y vice, el número de asesores de diputados y senadores y el castigo penal para los funcionarios que emitan por encima de lo presupuestado.
Javier Milei: “Quedan algunos meses de alta inflación” y “la salida del cepo está cada vez más cerca”.
El principal drama de los argentinos, la inflación, mereció pocas consideraciones, salvo la reiterada promesa de que no habrá emisión y que se tenderá al equilibrio fiscal.
Por contrapartida, la cara de ajuste es cada vez más dura: “Todas las semanas nos llaman personas que dicen que hacen tres o cuatro días que no comen”, señala Sandra Ceballos, de Las Omas, una ONG que trabaja en Chacra de la Merced, en la zona este de la ciudad.
Llaryora se mostró flexible para aprobar la ley ómnibus, “con modificaciones”, según dijo a la salida del Congreso, lo que abriría las puertas a la firma del Pacto de Mayo.
El mensaje del presidente, en general, no trajo buenas noticias para Córdoba.
La caída en la actividad golpea a todos los sectores. Dos botones de muestra: las ventas minoristas cayeron 15% en febrero, según la Federación Comercial (Fedecom), mientras que concesionarias de automóviles y de maquinaria agrícola acusan bajas del 30%.
Esas cifras suponen una menor recaudación de impuestos coparticipables y también de los propios, como Ingresos Brutos, que es el pilar de la recaudación provincial.
Llaryora ya decidió reprogramar la deuda en dólares que vence este año, luego de que varias provincias -con La Rioja a la cabeza- advierten que están al borde del default.
Córdoba goza de prestigio internacional por el puntual cumplimiento de las obligaciones en la gestión de Juan Schiaretti.
El recurso ante la Corte Suprema de Justicia para los montos adeudados por la Nación para la Caja de Jubilaciones entre 2020 y 2023 no saldría este año.
Córdoba: perdió el aporte del fondo docente (FONID) y del subsidio al transporte, además de la caída en la coparticipación y en los recursos propios.
Una injusticia: Milei despachó el último día de febrero 228 millones para la Ciudad y provincia de Buenos Aires, según denunció el secretario de Transporte, Marcelo Rodio.
No sólo esas partidas no ingresarán, sino que los aportes del tesoro nacional (ATN), que se redujeron a cero, tampoco se reactivarán en breve.
La casta resultó la gran castigada en las palabras presidenciales. La mejora de la economía, que anhelan millones de argentinos, aún deberá esperar varios meses.