Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Claudio Fantini. Paraguay ya puede reintegrarse al Mercosur y a la Unasur. Con la elección presidencial, quedó removida la causa de su suspensión en ambos organismos regionales. El problema es que el ganador de los votos…… podría no calzar adecuadamente en el marco regional.
El tema no es que Horacio Cartes sea conservador y en la región predomine la centroizquierda. El presidente chileno es de centroderecha y, sin embargo, ha tenido una relación cordialísima con todos los presidentes y no ha protagonizado ningún choque en los foros ni en las cumbres, salvo los provocados por Evo Morales en sus intentos de forzar una negociación para que Bolivia obtenga su salida al mar.
La cuestión es que Cartes no es Sebastián Piñera, sino un conservador de posiciones recalcitrantes y tendencia a expresar con vulgaridad posiciones reaccionarias en temas sensibles.
De todos modos, es de esperar que el nuevo mandatario paraguayo reciba el asesoramiento adecuado para no incurrir en torpezas y desmesuras.
Además de abrir la puerta a la normalización institucional, la elección del domingo puso en evidencia un par de cuestiones significativas:
■ Por un lado, confirmó el fracaso político de Fernando Lugo, cuya primera señal fue la falta de resistencia popular a la manera brusca y turbia con que fue destituido. La izquierda en su conjunto no alcanzó ni el 10% de los votos, mientras que el candidato apoyado por Lugo obtuvo apenas el 3%.
■ Por otro lado, el resultado confirmó un retroceso: el electorado no priorizó la cuestión ética castigando la corrupción, como hizo en la elección anterior al elegir al obispo de San Pedro. Por eso, esta vez, volviendo a una senda demasiado transitada en la historia paraguaya, el voto convirtió en presidente a un millonario con demasiadas zonas oscuras en la construcción de su poderío económico, con eje en la industria tabacalera. Así lo señala una larga lista de denuncias que lo vinculan al contrabando, al narcotráfico y al lavado de dinero. Entre los denunciantes figuran el Estado brasileño y la DEA.
El voto que había consagrado a Lugo expresó un hastío moral frente a la corrupción. Pero la desilusión que provocó el pobre gobierno del sacerdote salesiano hizo que la lucha contra la corrupción y por la transparencia en el manejo del Estado y la economía, dejara de ser una prioridad.
De haberlo sido, no habría ganado esta versión guaraní de Mauricio Macri (Cartes se hizo popular presidiendo el club de fútbol Libertad), pero con pasado turbio y desdén por la política, al punto de haber reconocido públicamente que votó por primera y única vez a los 50 años.