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Por Juan Turello. El gobierno de Mauricio Macri disfrutó de la victoria nacional de Cambiemos en las primarias en las dos semanas posteriores al 13 de agosto, Los datos económicos invitan al optimismo, pero la política está metiendo la cola. Estos no fueron buenos días para el Presidente al confirmarse la victoria de Cristina Kirchner en Buenos Aires y por el desmanejo del caso Maldonado. Repasemos de qué se trata. Mi nota en La Voz.
Cristina Kirchner ganó finalmente la provincia de Buenos Aires por algo más de 20 mil votos (0,21%) sobre dos figuras prácticamente desconocidas para el electorado. Sacó menos votos que Daniel Scioli y Aníbal Fernández en los comicios de 2015 y que Graciela Ocaña en las primarias, pero su figura quedó en pie.
La expresidenta volverá a generar confusión en materia económica sobre qué recetas necesita la Argentina para dejar definitivamente atrás seis años de estancamiento, con inflación y pérdida de puestos de trabajo.
La ayuda el hecho de que el macrismo no supo o no puede explicar por qué es necesario que el Gobierno nacional no tenga déficit en sus cuentas y por qué la emisión –que usó a destajo Cristina Kirchner- alienta la inflación, que es el principal reclamo de la sociedad para evitar la caída del consumo y del mundo de los negocios, para invertir en nuevos proyectos.
La desatención inicial y la falta de respuestas contundentes han jaqueado a Macri, a la ministra Patricia Bullrich y a la Gendarmería Nacional sobre dónde está Santiago Maldonado. El clima de la política se enrareció debido, en parte, a un Gobierno por momentos ingenuo en sus respuestas.
La calificadora internacional Moody’s lo puso negro sobre blanco. “Las elecciones legislativas de octubre aún presentan algunos riesgos, ya que determinarán si se mantendrá el constante progreso de reformas para combatir la inflación y estimular un crecimiento sostenido”.
El triunfo de CFK y el desmanejo del caso Maldonado le impiden al Gobierno disfrutar de los buenos datos en la industria y el empleo.
Mientras la política genera un manto de dudas, los últimos datos económicos tratan de disipar esos nubarrones.
La actividad económica creció 4% en junio, luego de un repunte de la industria de 6,6% en junio, según datos del Indec. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, auguró que aquel número será el de crecimiento de este año, mientras que los organismos internacionales proyectan entre 2,7 y 3%.
La construcción se expandió 20% en julio, mientras que la industria lo hizo 6%.
El mercado laboral sumó en junio 186 mil trabajadores formales en comparación con igual mes de 2016 (más 1,6% interanual). Un tercio de esas incorporaciones son asalariados del sector privado. En total, hay 12,1 millones de empleados, entre públicos y privados.
Un inesperado viento de frente proviene de la decisión de Estados Unidos de gravar con aranceles compensatorios, de entre 50 y 64%, al biodiésel argentino. Tiene un fuerte impacto en las industrias y, posiblemente, en la cotización de la soja.
En la última campaña, Córdoba produjo 13,7 millones de toneladas de la oleaginosa, casi el doble de lo que se destina a la elaboración de aceite de soja, que sirve de base a la producción de biodiésel. Unas 90 industrias cordobesas, ubicadas en 70 poblaciones, demandan unas 600 mil toneladas anuales para el prensado de soja. El 40% de las exportaciones energéticas argentinas son de biodiésel, que aporta unos 1.200 millones de dólares/año.
La cosecha récord de granos de la campaña 2016/17 -150 millones de toneladas- podría no repetirse en el próximo ciclo, ya que el 25% de las hectáreas fértiles de la Argentina están bajo agua o anegadas, y aún no comenzó la época de lluvias.
Aún restan 50 días de campaña, previos a la elección legislativa del 22 de octubre. ¿Será la política o la economía la que influirá en el votante?