Benjamín es el niño de apenas dos meses y medio que fue abandonado el martes pasado en el Paseo Santo Domingo. El miércoles 25 de julio, un hombre se presentó ante la Justicia alegando ser el padre del pequeño. Según sus declaraciones, la madre le habría explicado que necesitaba viajar a Santiago del Estero por unos días, y él desconocía lo que verdaderamente sucedió.
La historia de Benjamín es otra de tantas que nos sorprenden por estos días.
¿Qué está pasando? ¿Por qué se repite este fenómeno?
El sociólogo Pedro León Almeida habla de una situación de «desprotección» y confusión por parte de las madres, por lo general jóvenes de humilde condición, que no tienen contención de sus familias. Almeida no es partidario de «penalizar» este tipo de actos, y sugiere una mayor orientación y ayuda hacia los padres.
La situación de pobreza y, a veces, de violencia familiar, agrava la situación de las madres.
La feliz noticia en el caso de Benjamín es que el jueves 26 apareció su progenitora biológica, quien se presentó en la Seccional Primera para prestar declaración. Para sorpresa de muchos, reconoció haberlo abandonado porque no tenía los recursos para sustentarlo y “no quería» que viviera «en la calle”. Además, confesó ser víctima de violencia de género y dijo no saber absolutamente nada sobre el padre del niño.
Días atrás, tuvo final feliz el caso del niño Genaro que había sido arrojado por su madre a la basura en un contenedor.
Otro caso. Un bebé de cuatro meses fue rescatado de una vivienda ubicada en barrio San Vicente a raíz de una denuncia ante la Justicia que alegaba que ese niño habría sido vendido por una mujer. Una de las principales hipótesis que se está investigando es la relación que puede tener este caso con el médico sospechado de practicar abortos y entregar bebés, Spino Dellisanti. El niño quedó a cargo de la Secretaría de la Niñez.
En el último año se conocieron 10 casos de abandonos de bebés, ocho de los cuales habían nacidos en hospitales de la ciudad de Córdoba.
También en el exterior. En Rusia, encontraron 248 fetos humanos, de presuntos abortos, enterrados en un bosque de Sverdlovsk, en la región de los Urales. Los hechos conmocionan al país y según los datos preliminares, por lo menos cuatro hospitales podrían estar vinculados con este doloroso episodio. De acuerdo a estadísticas rusas, todos los años se practican cerca de 1,2 millón de abortos, un número colosal comparado con el 1,7 millón de niños anualmente en ese país asiático.