Por Jorge Ingaramo. Los sistemas previsionales están en crisis en todo el mundo, en especial los que rigen en los países de la Unión Europea.

La situación del sistema previsional argentino es cada día peor, en tanto el de Córdoba presenta un déficit creciente.

La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) opera el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que chupó los recursos de las ex AFJP (hoy, 209.042 millones de pesos), con el cual financia el desequilibrio del Tesoro nacional, que le coloca títulos en compensación a sus aportes. Sólo en el segundo trimestre, aportó 6.674 millones, de los 9.399 millones que recibió del sector público (entre ellos, 2.224 millones del Banco Central).

El sistema es crecientemente deficitario. De 55 millones de dólares en mayo de 2008, el rojo pasó a 595 millones de dólares en mayo último. En el primer semestre, registró un desequilibrio de más de 14 mil millones de pesos, que representa el 14,7 por ciento de los egresos y que contribuye a justificar el 58 por ciento del déficit de caja del Tesoro nacional en ese lapso.

El sistema cuenta con aportes de impuestos como el IVA, Ganancias y Combustibles, no todos progresivos y, finalmente, termina cerrando su déficit con emisión monetaria, el más regresivo de todos los impuestos, es decir la inflación.

Llegó a esa situación por la incorporación de tres millones de beneficiarios, la mayoría de los cuales, sin aportes.

En 2011, el haber promedio, incluidas las pensiones, fue de 1.638 pesos, apenas el 26,7 por ciento del que percibieron los beneficiarios de la Caja de Jubilaciones de Córdoba.

Córdoba

El sistema previsional provincial, a su vez, presenta un desequilibrio del 18 por ciento de los egresos. El haber medio equivale a 3,7 veces al nacional (6.139 versus 1.638). Tuvo un desequilibrio de 1.267 millones, que se proyectan a 1.600 millones en 2012 y a 1.900 millones en 2013. Paga más del ciento por ciento del haber medio del activo y no el mítico 82 por ciento. El haber pasivo se computa con los cuatro últimos años, mientras que el haber activo es un promedio de los 30 años de actividad necesarios para acceder al beneficio.

La Provincia armonizó su modelo de acuerdo a lo previsto en los convenios, mientras que otras jurisdicciones, como Santa Cruz o Chaco, que reciben aportes nacionales, no lo hicieron, lo cual genera una discriminación que ahora deberá resolver la Corte Suprema.

Como desde hace 20 meses Córdoba no recibe lo que le corresponde por el convenio con ANSES, el Tesoro provincial debe hacerse cargo del desbalance.

El previsto de 1.600 millones para 2012, equivale al 70,5 por ciento del Presupuesto de obras públicas financiado por la Provincia. Si se tiene en cuenta que ya pagó mejoras en rutas nacionales por 600 millones, estaría virtualmente agotado el presupuesto para lo que resta del año. De allí la necesidad de reconstruir la situación, al no contar con el aporte nacional.

La Provincia espera un ahorro de 240 millones en lo que resta del año y de la mitad del déficit previsto para 2013 (estimado en 1.900 millones) al posponer el ajuste de los pasivos en relación a los activos en 180 días. Si la Provincia recuperara los fondos denunciados del Pacto Fiscal de 1992, unos 2.200 millones, la situación financiera se vería recompuesta.

Córdoba pierde en todos los sentidos. Además de los dos ya mencionados, es decir incumplimiento de ANSES y cesión de recursos coparticipables, los 3,4 millones de cordobeses financian -vía impuestos e inflación- a jubilados de otras provincias. Córdoba tenía 446 mil beneficiarios nacionales en 2011, 6,4 por ciento del total. Empleando la proporción de habitantes, hoy debería tener 8,4.

Es decir que a Córdoba “le faltan” 130 mil beneficiarios nacionales (viven en otras provincias) que, al haber medio actual, representan más de 3.600 millones anuales.