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Por Sergio Mabres. Este martes, por Copa Libertadores, juegan River y Lanús. Pero también «juega» por primera vez en la Argentina, el denominado VAR, acrónimo de Video Assistant Referee. La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) lo define como un Sistema de Asistencia Arbitral por Video.
En otras palabras, el VAR es un mecanismo para brindarle colaboración al árbitro principal a través de los videos y, en consecuencia, optimizar sus decisiones.
La revisión la hace el árbitro principal o los auxiliares que se encuentran en una cabina mirando la señal de televisión, desde un monitor con acceso a las repeticiones desde diferentes ángulos y en cámara lenta.
La tecnología usada en el VAR es de dos tipos: video y la comunicación de voz entre los árbitros. La comunicación entre los árbitros se realiza con auriculares y micrófonos. La cabina de video podría estar en otro lugar y no necesariamente en el estadio donde se juega el partido.
Los árbitros auxiliares (en la cabina de video) son los que buscan detectar y avisar sobre posibles errores. Pero los errores no son de cualquier tipo. Sólo se consideran cuatro casos:
La tecnología se implementará de una forma muy parecida a como se utiliza en los partidos de rugby. En este último deporte, lo más habitual es que ante la duda frente a una decisión, el árbitro principal solicite a los auxiliares que revisen la jugada y le comenten que ven. En la mayoría de los casos, es el primer árbitro quien se acerca a un costado del campo y ve la jugada en un monitor. Antes de ello, la señal que hace el árbitro para que le preparen la repetición es un rectángulo en el aire.
Después de ver la repetición o escuchar la opinión de los auxiliares, el árbitro ratifica o rectifica la decisión.
Ni jugadores ni los técnicos pueden pedir la verificación por video de una jugada. Si lo hacen son susceptibles de recibir una tarjeta amarilla. Tampoco pueden acompañar al árbitro al costado donde está el monitor, en cuyo caso son susceptibles de una tarjeta amarilla.
Por un lado, los detractores del VAR (y de la incorporación de la tecnología) sostienen que las equivocaciones de los árbitros son también parte del juego. Por otro lado, los detractores de la subjetividad pensamos que la tecnología va a traer un poco más de claridad al juego para evitar las confusiones que se producen cuando, por ejemplo, un delantero simula una falta en el área.