Por Juan Turello. Por momentos, Argentina suele estar aislada del resto del mundo en...
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Por Juan Turello. A los argentinos nos cambiaron el Mundial que nos habían prometido. Todo estaba preparado para la fiesta de Brasil, aunque el equipo de Messi apenas entusiasma, dijo en mi comentario dominical en La Voz del Interior.
Desde hace una semana, quedamos sometidos a las tribulaciones del que se juega en los tribunales de Estados Unidos. La Corte Suprema de ese país convalidó un fallo favorable a los fondos buitre, por el cual tenemos que pagar 1.330 millones de dólares a un séptimo de los deudores aún en default.
Argentina ha sido condenada a pagarles en efectivo a los fondos buitre (o altamente especulativos) NML Capital, Aurelius y Blue Angel y a tenedores particulares (incluidos argentinos). Nuestro país, está mostrando una estrategia dual (¿amaga con la zurda y le pegaría con la derecha?) frente a la catástrofe del fallo. Hace una semana Cristina Kirchner habló de «extorsión»; en estos días enviará a negociar con el juez Thomas Griesa.
Un eventual default supondría el cierre del crédito para el sector público, que sólo se podría financiar con más emisión, lo cual anticipa más inflación, tasas más elevadas o disparada al dólar blue, que alimentaría la suba de precios. Para el sector privado, la falta de créditos presupone otra baja en las inversiones, menos actividad y caída del empleo y del salario.
Está claro que no estábamos preparados para jugar este Mundial.
La economía está débil: cayó 0,4% en el primer trimestre con respecto a 2013, según el “PIB Congreso”. Para Miguel Ángel Broda ya estamos en recesión: la baja del año estará entre 1,5 y 2% . Las reservas son escasas para enfrentar la tormenta que viene desde el Norte. Por la baja en las exportaciones, ingresaron 1.600 millones de dólares menos este año.
Sólo el campo revierte los errores que se cometieron en el segundo mandato de Cristina Kirchner. El único dato positivo de una economía que caería 1,5% en 2014 sería que en el próximo semestre, se podrían comercializar 27 millones de toneladas de soja, movimiento que dejaría 28,6 mil millones de pesos en manos de los productores, según Juan Manuel Garzón (Ieral).