Por Eugenio Gimeno Balaguer. Cuando vamos al trabajo, no dejamos nuestras maneras de SER en casa. Nuestras maneras de SER están siempre con nosotros. Esto incluye nuestras maneras de observar, responder, interactuar, tanto como nuestros estados de ánimo predominantes, nuestras disposiciones, orientaciones y actitudes.
La manera en que interactuamos en la sociedad, nuestras conversaciones y relaciones son expresiones de nuestras maneras de SER.
Transformar la actitud, la moral, las prácticas laborales y la estructura de una sociedad requieren cambios de las maneras de SER de los seres humanos que la constituyen. Esto no significa que las personas tengan que pasar por una suerte de transformación de su personalidad, y ser otras que no son.
Cambiar nuestras maneras de SER, requiere cambios graduales en la manera de ver las situaciones, las perspectivas que tenemos, los estados de ánimo que llevamos al trabajo y la manera en que conversamos con los demás.
Por ejemplo, aprender cómo conversar, en un tono de voz que no ofenda, representa un pequeño cambio en nuestra «manera de SER». Esos pequeños cambios, hacen a la naturaleza del aprendizaje del ser humano.
Hacer continuamente pequeños cambios en las maneras de percibir, de observar, de responder, de actuar e interactuar con las situaciones y entre las personas es una característica indispensable e integral del aprendizaje requerido para una transformación social que mejore la existente.
Transformar la actitud, la moral, las prácticas laborales y la estructura de una sociedad requieren de cambios de las maneras de SER de los seres humanos que la constituyen.
Es vital que un país y cada organización desarrollen un aprendizaje que promueva, apoye, refuerce y aliente a las personas a hacer cambios graduales.
Y es aquí donde llega el principal rol de los líderes, managers, supervisores, etcétera, porque son quienes tienen la responsabilidad de conducir el cambio.
Su influencia es «clave» en la vida cotidiana y en el trabajo. La naturaleza de sus roles se ha ido expandiendo, hasta llegar a ser facilitadores de aprendizaje.
Hoy, tienen que facilitar un tipo de aprendizaje que permita el desarrollo de competencias genéricas que incorporen a todos los ciudadanos. Estas competencias hacen que las personas, las organizaciones y el país puedan adaptarse efectivamente a las nuevas circunstancias siempre cambiantes.