Por Juan Turello. En mi comentario, publicado ayer en La Voz del Interior, señalo dos casos en los que empresas cordobesas deben invertir de sus bolsillos para suplir las deficiencias de Epec y Ecogas, que no están en condiciones de llevar los servicios donde los necesitan.
Estos son los casos comentados:
Caso 1: el titular de uno de los grandes grupos comerciales de Córdoba debió pagar de su bolsillo las obras de tendido de electricidad y gas natural para los cuatro locales en los que planea concentrar sus actividades. Epec y Ecogas carecían de recursos para esas obras.
Caso 2: las empresas constructoras están a punto de alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Córdoba, el municipio capitalino y Ecogas para solucionar la provisión de gas natural que impide la habilitación de unas 4.000 conexiones -corresponden a más de 100 edificios- sólo en el área más importante de la ciudad (Centro, Nueva Córdoba, General Paz, Alta Córdoba y Alberdi).
Ecogas tiene las tarifas congeladas desde hace más de 12 años, pese a que esos servicios van a sectores que podrían afrontar cargos más elevados.
Epec tiene los mismos problemas que otras compañías que venden electricidad, además de la pesada mochila que implica pagar la central Bicentenario de Pilar.
El esquema adoptado por el kirchnerismo comienza a hacer agua, porque las tarifas congeladas exigen subsidios cada vez más altos, lo que a su vez complica las cuentas fiscales del Gobierno. Las empresas de energía están al borde de la quiebra o de ser estatizadas para evitar su cierre.
Una plaza «más seca» (Fragata Libertad, YPF, pesificación provincial) augura un escenario de créditos más caros para las Pyme.
El país perdió el autoabastecimiento energético. YPF requiere inversiones por 37 mil millones de dólares en cinco años, para alcanzar una producción de 2.400 millones de barriles de crudo y 400 millones de metros cúbicos de gas. Es muy difícil que la compañía número uno del país reciba dinero del exterior, sobre todo luego del fallo de la Cámara de Nueva York contra Argentina por no pagar a bonistas que quedaron fuera del canje de deuda, del papelón de la Fragata Libertad y de la pesificación compulsiva de Chaco y Formosa.
La intervención del mercado de capitales abre aún un mayor interrogante sobre cómo se financiarán las Pyme cuando factores exógenos (la cotización de la soja, Brasil y China) den empuje a la recuperación en 2013.