Por Claudio Fantini. El presidente Alberto Fernández hace mal en recurrir a comparaciones con otros países. Ahora, lo hizo con Suecia. No sólo porque suena a jugada publicitaria, y porque no es ético ni prudente sacar ventajas de una pandemia. Además, es un error porque las comparaciones que hace el Presidente no necesariamente demuestran lo que él intenta justificar.