Por Juan Turello. Hay una paradoja que resulta llamativa en medio del pico de la segunda ola del Covid-19, de una elevada inflación y del estancamiento de la economía: la administración de Alberto Fernández cuenta con recursos extraordinarios. Con esos fondos, pretende congelar todo y aplicar subsidios a todas las actividades para llegar a las elecciones legislativas del 14 de noviembre, señala mi nota en La Voz.