Por Claudio Fantini. El “no” de los escoceses retumbó en muchos rincones europeos. Varias naciones integradas a otras naciones, habían centrado su atención y expectativa en las urnas escocesas, por caso la región de Cataluña en España.
Escocia seguirá perteneciendo al Reino Unido de la Gran Bretaña, que incluye también a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte (con diferentes grados de independencia). El «no» a la independencia fue apoyado por el 55,4% de los escoceses, en tanto que el resto pretendía una mayor libertad de Londres. El resultado es un alivio para la organización política de los británicos y un respiro para la Unión Europea. El fracaso independentista podría impactar negativa en Cataluña (España) y el norte de Italia.