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Por Claudio Fantini. Algo extraño está ocurriendo en Bolivia. Evo Morales y quien fue su vicepresidente, Alvaro García Linera, describen como un régimen de facto surgido de un golpe cívico-militar al gobierno que preside Jeanine Áñez Chávez. Pero el partido político que los tiene a ambos como máximos líderes, el Movimiento Al Socialismo (MAS), acaba de entregarle a ese poder fáctico una credencial de legitimidad. Repasemos.
Por Claudio Fantini. El caso de Bolivia está mostrando un paisaje dantesco entre las dirigencias de Latinoamérica. La “guerra fría” que se va imponiendo en el continente está generando dos bloques que, ante todos los acontecimientos traumáticos que se están, realizan descripciones sesgadas de los hechos para hacer que resulten funcionales a sus respectivas posiciones políticas. Jean-François Revel llamó “hemiplejía moral” al maniqueísmo de las relatos de la izquierda.