Por Juan Turello. Una tercera ola de calor invade a la Argentina. La política y la economía...
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Guillermo Ordoñez, economista y profesor en la Universidad de Pensilvania, opinó en Los Turello...
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Una versión dorada del isotipo de Los Turello, conformado por las iniciales de la marca, “L”...
Por Claudio Fantini. Si cae el régimen, Siria podría dividirse, como ocurrió en China cuando...
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Por Claudio Fantini. Lula no parece aquel que fue. El político brasileño de las dos presidencias anteriores era más humilde y cuidadoso. No hacía afirmaciones evidentemente falsas. Medía más sus palabras y sus gestos. Además, se esforzaba por mantener la independencia de su país respecto a las potencias de mayor gravitación en el mundo. Leer +
Por Claudio Fantini. Fue un terremoto con epicentro en Brasilia. Cuando el tembladeral cesó, el gobierno seguía firme y el liderazgo de Lula da Silva estaba en pie y sin rasgaduras. En cambio, la imagen de Jair Bolsonaro quedó rasgada y tambaleando, como a punto de derrumbarse, en el sorprendente Brasil. ¿Cuáles fueron las primeras consecuencias políticas de lo que sucedió el 8 de enero?
Por Claudio Fantini. Lula no llega a la presidencia de Brasil como un candidato de la izquierda. Fue y es el candidato de una mitad que expresa, en definitiva y a grandes rasgos, una cultural liberal-demócrata. La otra mitad es el Brasil conservador, liderado por políticos y pastores evangélicos ultraconservadores, para quienes los liberales demócratas son el enemigo que quieren destruir la familia, la tradición y la propiedad.
Por Claudio Fantini. Fue por lunático, no por izquierdista, que Adélio de Oliveira hundió un puñal en el abdomen del candidato que llevaban en andas sus seguidores en el estado de Minas Gerais. Al explicar por qué había intentado asesinar a Jair Bolsonaro, el agresor dijo que el blanco de su ataque formaba parte de una “conspiración masónica” para aniquilar a militantes de izquierda y que fue Dios quien le dio la orden de apuñalarlo.
Por Claudio Fantini. “Yo también podría acordar con el Fondo en cinco minutos, pero no podría mirarlos a la cara a ustedes”, dijo Alberto Fernández. Una frase redondita. Mauricio Macri se la había dejado picando en la puerta del arco, cuando cometió la negligencia de decir que él solucionaba la deuda con el FMI en cinco minutos. No fue una buena idea del ex presidente, sobre todo cuando en la campaña electoral que lo llevó al poder, había prometido solucionar muy fácilmente el problema de la inflación. Pero hay peores deslices del actual Presidente.
Por Claudio Fantini. Las renuncias en un mismo día del canciller Ernesto Araújo y del ministro de Defensa, Fernando Azevedo, implican la peor crisis del gobierno de Jair Bolsonaro, desde que hizo desfilar a tres ministros de Salud en plena pandemia. Estos hechos muestran que el presidente es visto como el responsable por el colapso sanitario y el desborde que sufre Brasil por la pandemia de Covid-19.
Por Claudio Fantini. El carnaval fue una postal política de Brasil. A sólo dos meses de haber asumido la Presidencia, Jair Bolsonaro y su gobierno fueron el principal blanco de las sátiras realizadas por comparsas y batucadas en casi todas las ciudades del país. Las comparsas brasileñas, como las murgas en Uruguay, canalizan la crítica política y social. Pero esa mirada inquisidora normalmente va más allá de la persona del gobernante.
Por Claudio Fantini. La democracia de Brasil renació accidentada. El primer presidente de la recobrada institucionalidad murió antes de asumir, por lo que dejó la jefatura de Estado en manos de su vicepresidente. La democracia nacía sin Tancredo Neves, el dirigente que había negociado la salida de la dictadura. Quedó José Sarney en la Presidencia y logró completar su mandato. ¿Cómo siguió la historia?
Por Claudio Fantini. Que Sergio Moro aceptara de inmediato el ministerio que le ofreció Jair Bolsonaro, causó estupefacción porque, sin lugar a dudas, se trata de un estropicio impresentable. La prioridad del juez de Curitiba debía ser el Lava Jato. Nada puede ser más importante esa ofensiva contra la corrupción, que un lugar político para el magistrado que ocupó el lugar más protagónico y estelar en Brasil.
Por Claudio Fantini. Que un dirigente mediocre y vulgar, como Jair Bolsonaro, que hace apología de la tortura y esgrime un discurso de exaltación de la violencia, haya podido ser el fenómeno del proceso electoral de Brasil, se explica por varios factores. En fenómenos externos, en el derrumbe de la imagen de la clase política tradicional, en la falta de compromiso democrático y en las negligencias cometidas por la dirigencia racional y moderada. Leer +