Por Claudio Fantini. No fue una buena idea elegir a Bariloche como centro de las primeras reuniones del Grupo de los 20 (G20) países más desarrollados. Ser la primera sede latinoamericana de la entidad que representa el 90% de la economía global, el 80% del comercio internacional y dos tercios de la población del planeta, es una oportunidad inmejorable para mostrar rincones que pueden ser elegidos por el turismo internacional.