Por Claudio Fantini. La pandemia del coronavirus ha convertido al mundo en una olla a presión. Cada país es también una olla a presión. Las semanas pasan, los medios ventean cifras que aumentan el pánico, la impotencia de los gobiernos desgasta la credibilidad de sus sociedades y la presión crece peligrosamente. Crece el riesgo de que estallen conflictos entre países, incluidas guerras entre potencias.